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El Zorro y el Gran Secreto

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Zorro:
El Zorro y el Gran Secreto

Nochevieja, Diciembre tocaba a su fin y con íél un glorioso año bursátil. El Zorro estaba satisfecho por el oro conseguido, sabia perfectamente que otros habí­an logrado más, pero como decí­a su madre: “A todo hay quien gane en esta vida”.
El frí­o era, en aquellos dí­as, la principal preocupación de los habitantes de la espesura salvaje, el frí­o y claro está, las fiestas Navideñas. En el hogar del Zorro no faltaba de nada y esto, que podrí­a parecer una suerte, le ocasionó ciertas molestias al astuto raposo:

- Zorro:¡Ufff!, llevo varias noches con molestias, y siempre soñando lo mismo.
- Foxy: ¡Es que eres un exagerado!, ¡vaya cenas que te das últimamente!. Come menos y verás que pasas mejores noches.
- Zorro: No son solo las molestias estomacales cariño. Cada noche sueño una y otra vez lo mismo.
- Foxy: ¿Y quíé es ello Zorro?.
- Zorro: Algo extraño: Veo a un guerrero romano cortarle la mano a un gigante y antes de arrojarla a un rí­o, me mira y me dice: “si quieres conocer el  Gran Secreto de tu sueño, pregúntale a Xavier”, luego, del lugar donde cae la mano en el agua, brota un torbellino de oro y papeles”
- Foxy: Pues si que es extraño, lo más probable es que sean gases. Come menos Zorro, come menos.

El Zorro decidió seguir el consejo de su pareja y comió menos durante los últimos dí­as de las Fiestas Navideñas, pero el sueño se presentaba cada noche puntualmente, insistentemente, inquietantemente.

- Zorro: ¡Uuffff!, otra vez ese sueño. Tendríé que consultarlo, no vaya a ser un mal presagio.

El pillo de los Bosques se encaminó directamente al hogar del Búho, sabio de aquellos lares y muy querido amigo.

- Zorro: Búho, Búho. ¡Búhoooooooooo!
- Búho: Ya voy Zorro, ya voy.
- Zorro: ¡Hola amigo!, ¡tengo un problema!.

El raposo le describió el sueño al Búho y íéste, despuíés de un rato de silencio, le dijo:

- Búho: El mundo oní­rico es extremadamente complejo. Ha sido estudiado desde la más remota antigí¼edad. Recordemos a Josíé y su interpretación de los sueños del Faraón. Siglos más tarde Sigmund Freud aportó tambiíén su granito de arena a este campo, pero redujo su interpretación en un 80 % a problemas o interpretaciones sexuales o de la niñez.
Tu sueño, puede representar muchas cosas o ser simplemente una jugada del subconsciente.
Si fuera una obra musical, dirí­a que está escrita en clave de RE.
Zorro: ¿En RE?, ¿y quíé puede significar, viejo amigo?.
Búho. Lo ignoro, mejor consúltale a la Bruja del Bosque. Ella sabe más de esos misterios.

En pocos minutos el Zorro llegó a la cueva de la Bruja Casandra, accionó una pequeña palanca oculta entre unas rocas y se abrió la entrada a su morada.

- Bruja: El pillo de los Bosques nos vuelve a visitar, algo debe buscar. Ja, ja, ja
- Zorro: Hola Casandra, necesito de tus servicios.

El raposo relató su sueño a la Bruja y esta le dijo:

- Bruja: El guerrero romano representa a la autoridad, con su espada y su acto decide que la actuación del gigante ha finalizado. El tirar la mano al rí­o, tiene un alto grado de simbolismo, pudiera ser que la manipulación ha finalizado. El brote de oro y papeles puede estar relacionado con un traspaso de propiedad, la Bolsa, o simplemente un importante cambio en tu vida.

- Zorro: ¿Has dicho Bolsa........?
- Bruja: Si Zorro, es una opción.
- Zorro: ¡Gracias Casandra!, ¿cuánto te debo por tus servicios?.
- Bruja: ¡Ay astuto raposo!, ya sabes que las Brujas cobramos un porcentaje de las ganancias
- Zorro: ¿De quíé ganancias?.-
- Bruja: ¡De las que tendrás en un futuro!. El sueño es muy interesante. Cuando soluciones el enigma, ven y págame el 20 % de lo que saques.
- Zorro: ¡Un 20 %, cobras más que Solbes!.
- Bruja: Ja, ja, ja, siempre dije que eras muy simpático. ¡El Solbes no sabe negociar, ja, ja, ja!.
Recuerda astuto raposo que solo me pagarás si sacas algo en limpio.
- Zorro: Claro, y aparentemente es justo el precio. Pero no me has solucionado casi nada.
- Bruja. Como Hacienda Zorro, como Hacienda, ja, ja, ja.
- Zorro: Bueno, si no hay rebaja, así­ quedamos. Adiós Casandra.
- Bruja: Ve en busca de tu destino Zorro, y recuerda esto: VI.
- Zorro: ¿VI?, ¿quíé significa, Casandra?
- Bruja: Algo viste, Zorro, algo viste. VI te ayudará a descubrir el enigma de tu sueño.

El Zorro se alejó de la cueva de la Bruja del Bosque, con dos silabas, claves, o  lo que fuera: RE  y VI.
Las semanas se sucedí­an en la vida del ecosistema con una pasmosa rapidez. El sueño no volvió a presentarse y la vida del cánido  volvió a la normalidad y a la rutina.

Llegó el verano y el Zorro decidió hacer unos de sus viajes, esta vez eligió Amsterdam, bella y acogedora ciudad holandesa.
Llevaba dos dí­as en la autíéntica capital de los Paí­ses Bajos, cuando un escaparate de una oficina de viajes en la archifamosa Plaza Dam, le llamó la atención. Entró y preguntó por una excursión a Bruselas. Contrató la visita y dos dí­as despuíés, a las nueve de la mañana salí­a en autobús hacia Bruselas.

Una hora despuíés, el autobús se desviaba y entraba en Amberes, interesante ciudad belga que dominaron los españoles en el siglo XVI y en cuyo Ayuntamiento se puede ver todaví­a un escudo de España.

Los excursionistas bajaron y el guí­a, un italiano llamado Mario, les llevó a Grote Markt, plaza presidida por el edificio del Consejo y en cuyo centro
está un monumento dedicado a el centurión Valerius Brutus, liberador de la ciudad, tirando la mano del gigante tirano Druoon Antigoon a un supuesto rí­o. Amberes es en neerlandíés, Antwerpen: “Lanzar mano”. Ant significa mano y werpen, lanzar.
Un sentimiento extraño recorrió la columna vertebral del Zorro, su corazón latí­a a gran velocidad y pronto quiso saber más, ¡mucho más!, pero Mario poco le ayudó.

El Zorro se puso en marcha, tení­a tan solo una hora, para hacer averiguaciones. ¿Encontrarí­a a Xavier?. ¿Solucionarí­a allí­ el enigma de su sueño?. ¿Aquella serí­a la pista para encontrar un gran tesoro?.

En una esquina de la plaza compró un plano de la ciudad y se sentó en una de las terrazas para tomar un cafíé y estudiar la estrategia. Lo atendió Jean, un camarero con nociones de español más que aceptables.
El raposo le preguntó si conocí­a a algún Xavier allí­ cerca. El camarero lo envió a un comercio de piedras semipreciosas a unos 50 metros del monumento.
El establecimiento era grande, inmenso, el Zorro lo recorrió casi hasta el fondo, vio una hermosa joven y preguntó:

- Zorro: ¿Xavier?

La joven asintió y le pidió que esperase. A los dos minutos apareció un humano de unos 60 años. El hombre miró al Zorro y se acercó:

-Zorro: ¿Xavier?
- Xavier: Si.
- Zorro: Soy Zorro, de los Bosques de....
- Xavier: Lo se, hace meses que espero tu llegada.

El Zorro notó que una intensa y extraña sensación recorrí­a su cuerpo. ¿Quiíén era aquel Xavier?. ¿Por quíé lo estaba esperando?. ¿Cuál serí­a la clave de aquel misterio?.
El raposo presentí­a que estaba cerca, muy cerca, del final.

Fin de la primera parte.

Reservados todos los derechos.







Emilio:
 Esperamos la segunda parte, gracias zorro es un placer leerte  :023:

TENERMAS:
no tardes en terminar el relato amigo zorro, que me dejas en ascuas.

saludos   :023:

hion:
eso,, no nos dejes así­...!!!

aries:
da gusto leerte nos enseñas hasta con cuentos.

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