Sorpresa o sorpresa y temor. Esta es la reacción inmediata de los expertos y analistas a la intervención de ayer de Jean Claude Trichet en la rueda de prensa despuíés del Consejo del Banco Central Europeo (BCE). La reacción de sorpresa se debe a que el sesgo de la intervención del presidente del BCE se ha saltado algún paso intermedio en la manera en la que tradicionalmente se previene a los operadores sobre posibles cambios de orientación en la política monetaria; el temor tiene más que ver con la repercusión que puede tener un movimiento de tipos de interíés al alza en la política española.
Los analistas no han escatimado tíérminos, algunos impublicables, para expresar lo que para la economía española puede representar una subida de tipos de interíés en una fase en que ni siquiera puede considerarse iniciada la recuperación económica.
Federico Prades, asesor económico de la Asociación de Española de Banca (AEB) asegura que una subida de tipos de interíés en este momento puede frenar primero y quebrar despuíés la incipiente recuperación de la economía española. En nuestro país, con una demanda interna díébil, una subida de tipos representa una reducción de la renta disponible, dado el elevado endeudamiento de las familias.
Prades, como otros expertos, cree que la medida no será muy inmediata, aunque era previsible y la tendencia del euribor y otros indicadores de tendencia lo venían anticipando.
Guillermo de la Dehesa, presidente del Centre of Economic Policy Research (CEPR ) añade a estas preocupaciones la opinión de que el BCE no debería subir todavía los tipos de interíés; no al menos hasta que se compruebe si la subida de los precios provocada por la escalada del petróleo tiene efectos de segunda vuelta, es decir, si supone una subida efectiva de los salarios. "Creo que una subida ahora sería prematura", concluye.
Desde el Royal Bank of Scotland se afirma que "el riesgo que conlleva la subida es alto en un contexto en el que la situación perifíérica permanece bajo tensión" y, a mayor abundamiento, Marie Diron, economista de Ernst & Young Eurozone Forecast afirma que "cualquier subida de tipos prematura, en respuesta a un alza de la inflación motivada por la energía supondría un error de política. De "muy sorprendente" califica Diron el que califica como "papel de halcón" de Trichet en la conferencia de prensa del jueves y destaca que, aunque el BCE haya revisada al alza las previsiones de crecimiento, la eurozona apenas crecerá a mediados de 2012 a un ritmo similar al de antes de la crisis y, a partir de entonces, el PIB seguirá muy por debajo de lo que habría estado sin recesión.
Destaca asimismo la economista de Ernst & Young que hay cierta contradicción entre la gradualidad de la retirada de las facilidades de liquidez y una subida de los tipos de interíés para frenar la inflación.
Esta misma contradicción la apunta Gregorio Izquierdo, director del Servicio de Estudios del Instituto de Estudios Económicos, pero encuentra la justificación en que las medidas de liquidez están dirigidas a sostener el sistema financiero en tanto que la subida de tipos trata de evitar la subida de los precios. "No obstante, señala Izquierdo, El BCE no debe subir los tipos todavía porque la subida de los precios se considera transitoria y el BCE debe de pensar en el medio plazo".
El componente político
El economista jefe de Intermoney introduce un matiz importante; Josíé Carlos Díez reflexiona que "no hay que olvidar el componente político. Tras la renuncia de Axel Weber, los aspirantes a suceder a Trichet en la presidencia del BCE deben postularse como halcones, una realidad que tambiíén puede estar influyendo en el Consejo de Gobierno de la institución". Coincide con lo que apuntaba Marie Diron.
Josíé Antonio Herce, socio de Analistas Financieros Internacionales ya había advertido el dilema del BCE frente a los otros bancos centrales y en el seno de una zona del euro a varias velocidades de crecimiento. Y ante el sesgo del discurso de Trichet considera que no tomará la decisión de manera inmediata, aunque ya muchos países emergentes ya han adoptado la decisión de subir tipos. "Tendrán que repetirse las advertencias con un progresivo endurecimiento hasta que se señale la fecha de la subida. Y de subirlos pronto, el retoque será moderado, de un "cuartillo", como señal con la que todo el mundo se pondrá en guardia".
Una fuente de la Administración del Estado, que pide no ser identificada, ha calificado la noticia como "malísima; nos parte por la mitad". Tanto la subida de tipos como una aceleración del ritmo de retirada de las facilidades de liquidez nos coge en una etapa de inicio de la recuperación que se puede frustrar con el endurecimiento de la política monetaria".
Esta fuente apunta a que hay precedentes de que una subida de tipos no se ha transmitido inmediatamente al mercado, incluso alguna vez se ha registrado un contracción de los tipos de mercado, pero lo habitual y en lo que es lógico pensar es en que más pronto o más tarde la subida de tipos altere el mercado crediticio, lo que en un país fuertemente endeudado es una evidente resta de renta disponible para el consumo".
Morgan Stanley, tras manifestar su sorpresa por la inminencia que se deriva de la jerga utilizada ayer por Jean Claude Trichet, procede a revisar su opinión anterior sobre los tipos para situar el primer movimiento de los mismos este año en el segundo trimestre y calculando otros dos modestos empujones al alza antes de que acabe este año. La entidad financiera se arriesga a colocar la primera subida en el mes de abril.