UN ZAPATERO trabaja en plena calle de La Habana. Las ocupaciones privadas que el gobierno ahora autoriza son con frecuencia oficios elementales de poca especialización.
Unas 115,000 cubanos obtuvieron su licencia para trabajar en forma privada desde que Raúl Castro amplió esa opción en octubre, con lo cual suman más de 270,000 los autorizados, dijeron el viernes las autoridades.
Al 31 de enero, 113,618 personas recibieron luz verde a sus solicitudes, los que se suman a 157,371 que ya ejercían algunos de los 178 oficios previstos por la ley, dijo la directora de empleo del Ministerio del Trabajo, Idalmys Alvarez, al diario Juventud Rebelde.
Casi el 70 por ciento de los nuevos solicitantes ``son personas que no tenían vínculo laboral'', lo que signfica que estaban desempleados o jubilados. Otros están ``blanqueando'' una actividad que ejercían ilegalmente, según algunos analistas.
Como parte de las reformas que emprendió el presidente Raúl Castro para hacer más eficiente la economía, se encuentra el cierre de 500,000 puestos de trabajo este año, y el trabajo privado es una de las opciones laborales para los ``disponibles'', denominación oficial de los desplazados.
Pero como este proceso se inició en enero, y recientemente Castro ordenó prolongar los plazos de ejecución, se prevíé que las solicitudes crezcan rápidamente en los próximos meses.
``Con el proceso de reordenamiento laboral que se lleva a cabo concertadamente en todo el país, es de esperarse que la tendencia derivada sea al incremento de la opción no estatal'', confirmó Juventud Rebelde.
Un 20 por ciento de los nuevos trabajadores privados se dedicará a vender alimentos ambulatoriamente, en pequeñas cafeterías de paso o en los restaurantes autorizados (paladares) de 20 plazas.