Cataluña, el territorio con los impuestos más altos
por J. V. en Cinco Días
Las dificultades financieras multiplican las sempiternas tensiones entre la Administración central y la autonómica. Elena Salgado soliviantó al Gobierno catalán al recomendar que la Generalitat elevara los impuestos si precisaba de más ingresos en lugar de pedir mejoras en la financiación. Para un catalán, las palabras de Salgado suenan muy duras.
Si se analizan los tributos cedidos total o parcialmente a las autonomías se observa que el margen para elevar impuestos de Cataluña es mínimo en relación a los tipos que mantienen el resto de comunidades. Y eso que los sucesivos ejecutivos catalanes siempre han abanderado las demandas de mayor autonomía que, en materia fiscal, significa gozar de capacidad normativa para modificar al alza o a la baja los tipos impositivos. Paradójicamente, la tan anhelada autonomía se ha traducido en mayores impuestos.
Así, las rentas superiores a 150.000 euros tributan en el IRPF al 49%. Ninguna otra comunidad tiene un tipo marginal en el mismo nivel. De hecho, Cataluña tienen el dudoso honor de mantener una de las escalas impositivas más altas de la UE. Solo belgas, daneses, holandeses y británicos cuentan con gravámenes mayores.
En cuanto al impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados -el tributo cedido totalmente que más ingresos aporta a las comunidades- Cataluña tambiíén ocupa los primeros puestos del podio. En julio, elevó del 7% al 8% este impuesto, que grava entre otras operaciones la compraventa de viviendas de segunda mano. Otras comunidades como Andalucía, Extremadura o Asturias siguieron el ejemplo. Sin embargo, la mayoría mantuvo el tipo en su nivel del 7%. Así, un contribuyente catalán no solo paga más por renta sino tambiíén cuando compra una vivienda usada. Con todo, los catalanes les queda el consuelo que Extremadura fijó una escala en el impuesto de transmisiones que llega al 10%.
Financiación más cara
Por otro lado, la adquisición de una casa suele conllevar solicitar un príéstamo hipotecario, producto que está gravado con el impuesto de actos jurídicos documentados. La mayoría de comunidades aplica un gravamen del 1%, mientras que la Generalitat fijó el gravamen en el 1,2%.
Y la cosa no acaba aquí. Cataluña es una de las comunidades junto Galicia, Asturias, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Madrid, Andalucía, Murcia y Extremadura que aprobó un tramo autonómico en el impuesto sobre las ventas minoristas de determinados hidrocarburos, más conocido como cíéntimo sanitario. Se trata de un recargo que se aplica a la gasolina y que la UE considera ilegal. La Generalitat lidera nuevamente el podio con los tipos más altos junto a Andalucía y Castilla-La Mancha, al gravar con 2,4 cíéntimos el litro de gasolina y gasóleo.
Por otra parte, el anterior Gobierno catalán presidido por Josíé Montilla tambiíén elevó el impuesto de matriculación. En concreto, se aumentó del 14,75% al 16% el tipo para los vehículos más contaminantes. En todos los tributos en que las comunidades tienen margen para elevar los tipos, Cataluña aparece siempre en los primeros lugares. Así, el Gobierno de Artur Mas no hará caso de las recomendaciones de Salgado y no subirá los impuestos.
Revisar, que no suprimir
La Generalitat reducirá el impuesto sobre sucesiones al máximo para que la factura fiscal en caso de herencias o donaciones de padres a hijos, como ya sucede en otras comunidades, sea mínima. Cataluña era, por detrás de Extremadura, el territorio donde más caro a efectos fiscales resultaba recibir una herencia.
El programa electoral de CiU, además de prometer la eliminación parcial de Sucesiones, indicaba que revisaría las subidas del IRPF, del impuesto sobre matriculación, de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos que aprobó en julio el tripartito. No parece casualidad que la formación nacionalista utilizara el verbo "revisar", que resulta ambiguo y tanto puede significar la supresión de los incrementos o, lo que parece más probable, su mantenimiento.