El Banco de Castilla-La Mancha, producto de la integración de CCM y Cajastur, obtuvo un beneficio de 24 millones de euros al cierre del ejercicio 2010, con una tasa de morosidad del 3,16 %. La tasa de morosidad excluye los activos sujetos el Esquema de Protección de Activos (EPA), instrumento de apoyo financiero que da cobertura a activos dañados de la antigua Caja Castilla-La Mancha, que de contabilizarse elevarían este ratio hasta el 17%, según fuentes financieras próximas a la entidad.