Iberdrola absorbe Renovables tras atrapar a 250.000 particulares y muchos VIPS.
LOS MINORISTAS AíšN SON DUEí‘OS DEL 4,3% DEL CAPITAL.
Iberdrola ha decidido cortar por lo sano el deambular en bolsa de su filial de energías renovables. La matriz la absorberá a un precio un 44% inferior al que la sacó a bolsa apenas hace tres años y tres meses. Una operación, la mayor del sector en el mundo, que ahora va a suponer graves minusvalías para cerca de 250.000 inversores particulares y varias grandes fortunas.
El 13 de diciembre de 2007, la mayor elíéctrica española culminó la Oferta Pública de Suscripción (OPS) de Iberdrola Renovables con un debut que ya comenzó con el viento en contra. Las acciones cayeron un 2,83%, hasta los 5,15 euros, tras fijar el precio de colocación en 5,3. Pese a ello, Ignacio Sánchez Galán, presidente de las dos sociedades, calificó el estreno como un “íéxitoâ€.
“No es un tema puntual, sino un proyecto de futuroâ€, indicó el primer ejecutivo de Iberdrola para justificar la caída. "Ganarnos día a día la confianza de nuestros accionistas y ofrecerles la máxima rentabilidad será a partir de ahora nuestro mayor empeño", señaló, tras retar a varios periodistas al asegurar que la compañía llegaría a valer cerca de 30.000 millones de euros frente a los 22.388 millones de ese momento.
Esa era la valoración más alta que hicieron bancos de inversión, algunos de ellos los coordinadores de la OPS, por la que Iberdrola consiguió 4.478 millones para comprar megavatios por todo el mundo. La filial salió a bolsa con un PER (veces que la cotización recoge el precio por acción) de 97 veces el resultado de 2007 y casi 40 el de 2008, lo cual alertó a muchos inversores institucionales. Debido a la escasa demanda de este colectivo, Iberdrola tuvo que establecer el precio de la oferta en el más bajo posible de un rango que oscilaba entre 5,3 y 7 euros.
Sin embargo, los minoristas se dejaron llevar por los cantos de sirena. Unos 314.000 suscribieron la colocación, con una sobredemanda de 3,4 veces. Casi 40 meses despuíés, unos 250.000 particulares todavía siguen en el capital de Renovables. Hasta el pasado año eran dueños del 4,3% del capital, valorado en cerca de 500 millones. Una inversión que cuando la empresa se estrenó en bolsa valía 962 millones. Por lo tanto, una píérdida del 44%, que comparten con algunas de las mayores fortunas del país.
Apellidos con pedigrí
En su capital entraron inversores como Alicia Koplowitz, a travíés de Omega Capital, así como la familia Sánchez-Ramade, una de las ricas de Andalucia, y los Fernández-Fermoselle, dueños de la inmobiliaria Parquesol, que vendieron por 917 millones de euros. Y a su consejo de administración ascendieron conocidos como el inversor Luís Chicharro, el abogado Santiago Martínez Lage, el economista Emilio Ontiveros o la familia Antolín, el mayor grupo español de automoción, con una facturación de casi 1.600 millones.
Ibedrola utilizó Renovables para dar protagonismo tambiíén a presidentes de varios cajas de ahorros, como Julio Fermoso, de Caja Duero, Carlos Egea, de Caja Murcia, y Juan Pedro Hernández Moltó, de Caja Castilla-La Mancha, destituido días despuíés de la intervención de la entidad financiera el 29 de marzo de 2009. Todas estas cajas estaban y están en el capital de la matriz. Tambiíén Bancaja, con la mayor participación, lo cual llevó a la elíéctrica a llevarse la sede social de su subsudiaria a Valencia.
Iberdrola explica que la absorción de Renovables a 2,97 euros se debe a que el mercado no ha reconocido el verdadero valor de su filial pese a las fuertes inversiones realizadas en los tres últimos años. Aunque admiten que los inversores que confiaron en el proyecto de futuro pueden estar decepcionados, la empresa asevera que el canje ofrecido es “razonable y atractivoâ€. La filial verde del grupo con sede en Bilbao se despedirá de la bolsa con una caída del 44%, por encima del 31% que se ha dejado el Ibex 35 desde aquel 13 de diciembre de 2007. Otras empresas del sector, como EDP Renovais y EDF Energies Nouvelles, tambiíén han sufrido desplomes considerables en su corta aventura bursátil.