El Ministerio de Economía envió ayer una carta a cientos de inversores y analistas internacionales en la que descalifica a Moody´s por rebajar la calificación de la deuda pública española.
En una reacción sin precedentes, el Gobierno dice en la misiva distribuida en la City de Londres que “los argumentos de Moody´s muestran un celo excesivo, basado más en opiniones que en evidenciaâ€.
La dureza del contraataque español sorprendió a gestores, analistas y traders que recibieron la nota. Daniel Beúnza, profesor de la London School of Economics, indica que "la reacción fue inusual, varios inversores con los que he hablado no esperaban el tono de esa comunicaciónâ€.
Pese a su contundencia, la carta no afectó la opinión de los inversores. Según un bróker de la City, “el comunicado puede ser contraproducente, al dar mucha importancia a Moody´s, que sólo refleja la preocupación que los mercados tienen desde hace tiempoâ€. Otros creen incluso que la agencia se queda corta. Gavan Nolan, analista de Markit, indica que “además de las vulnerabilidades que señala Moody´s, existe el peligro del deterioro de los activos de los bancos. Si el BCE sube los tipos, puede aumentar la morosidad en Españaâ€.
Aunque Economía ha enviado otras notas informativas a los inversores, la de ayer rezuma un fuerte malestar. Además de criticar los argumentos de Moody´s, las autoridades atacan el momento de la rebaja. “El timing de la decisión es sorprendente.
En contraste con la importancia que Moody´s atribuye a las consecuencias presupuestarias de la recapitalización de los bancos, [la decisión] es comunicada unas horas antes de que el Banco de España publique su informe sobre el capital que necesitan las instituciones financieras. Los analistas de Moody´s tenían la oportunidad de haber contrastado su análisis con el del Banco de España, ya que podrían haber esperado hasta el 15 de marzo para publicar su decisiónâ€.
Economía concluye recomendando a los inversores que “analicen la economía española más allá de las valoraciones de una publicación individualâ€. Moody’s no quiso comentar la reacción española.