Por... TAREK EL-TABLAWY
CAIRO -- Los ministros de Relaciones Exteriores del Golfo Píérsico ofrecieron el jueves una ayuda financiera de 20.000 millones de dólares a los reinos de Bahrein y Omán, y advirtieron contra cualquier interferencia extranjera en momentos en que la región rica en petróleo se esfuerza por frenar la inquietud que ha causado estragos en el mundo árabe y catapultado los precios del crudo en el mundo.
Las crecientes protestas en Bahrein y Omán -los hermanos pobres de la región- ha puesto nerviosos a los otros cuatro miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (GCC por sus siglas en inglíés), suscitando preocupaciones de que los disturbios que afectan el Medio Oriente afectarán a los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.
El GCC prometió 20.000 millones de dólares en ayuda en un plazo de 10 años para ser repartida entre las dos naciones, dijo el jeque Abdulá bin Zayed Al Nahyan, ministro de Relaciones Exteriores de los Emiratos Arabes Unidos. Un comitíé representante de los países donantes se reunirá en dos semanas para discutir el programa.
Los ministros del exterior de los países miembros del GCC anunciaron las medidas despuíés de una reunión en la capital saudí, Riad. El grupo tambiíén emitió un comunicado advirtiendo que no permitiría ninguna interferencia extranjera en sus asuntos.
La monarquía saudí pro-occidental, cuyo país es líder de facto de la OPEP, está preocupada de que las protestas pudieran abrir puntos de apoyo al ríégimen chiíta de Irán y ha acusado a los chiítas del exterior del país de incitar a la protesta en Arabia Saudí.
Bahrein y Omán han intentado apaciguar el descontento en sus países a travíés de una variedad de medidas económicas; pero ninguna de esas naciones tiene el poder económico o riqueza petrolera de los otros miembros del GCC: Arabia Saudí, los Emiratos Arabes Unidos, Katar y Kuwait.
"Este es un mensaje muy importante enviado a los mercados dentro de la región, y globalmente: que los países del GCC permanecerán unidos para apoyar a quienes lo requieran", dijo John Sfakianakis, principal economista de Banque Saudi Fransi, con sede en Riad.