Un nuevo inquilino en Primera División. El Numancia fue el primer equipo en consumar el ascenso a la máxima categoría tras sumar el punto que les hacía falta en el choque ante el Alavíés. Fue ante su afición, en un ambiente inmejorable y poniendo el broche a una temporada para el recuerdo. Tres años despuíés, ese modesto equipo de Soria vuelve a colarse entre los más grandes de nuestro fútbol. El Numancia ya es de Primera. El Alavíés, por su parte, deberá seguir luchando para serlo de Segunda.
Cumpliero el guión los de Arconada y no fallaron en la primera opción que pasó por sus botas. La tarea, a priori, parecía sencilla: ante un Alavíés en puestos de descenso y con Los Pajaritos de fondo. Y así fue, puesto que al lógico conservadurismo de los sorianos se añadió el de los hombres de Josíé María Salmerón, que dieron por bueno el empate desde el primer minuto. Tras dejar claras las intenciones ambos conjuntos en los primeros compases del partido, que el marcador no se moviera resultó, entonces, más que previsible.
Quero se sale del guión
Comenzó el conjunto vitoriano adueñándose del balón y alargando las posesiones en la zona defensiva hasta la extenuación y con la permisividad de un Numancia que esperaba a su rival en campo propio. Poco a poco ese dominio estíéril cambio de bando y entonces se pudieron ver algunos de los detalles que han hecho a este Numancia equipo de Primera. El buen criterio de Nagore y Mario, el desborde de Quero o las incorporaciones al ataque de Beranger otorgaron algo de atractivo al choque.