El Banco de Japón inyectó el lunes 7 billones de yenes (85.000 millones de dólares) a los mercados monetarios en una operación intradiaria que busca calmar los nervios en los mercados, tras el enorme terremoto y el tsunami que golpearon el noreste del país. Esta es la primera operación de las llamadas intradiarias desde mayo pasado, cuando la crisis de deuda de Grecia sacudió a los mercados financieros. Asimismo, el Banco de Japón (BOJ) decidió hoy mantener los tipos de interíés virtualmente a cero, entre el 0 y el 0,1 por ciento, al tíérmino de una reunión acortada a un solo día debido al devastador terremoto del viernes. "El daño provocado por el terremoto ha sido geográficamente extenso y, por ahora, caerá la producción y hay además preocupación de que se deteriore el ánimo de empresas y de familias", indicó en un comunicado el BOJ.