El devastador terremoto de Japón no significa que habrá una crisis fiscal inminente, pero podría haber acercado al país a un "punto de inflexión" en el que los inversores pierden la confianza en las finanzas del Gobierno y exigen una prima de riesgo para sus bonos, señalaron el lunes analistas senior de Moody's Investors Service.
Tom Byrne, vicepresidente senior de Moody's, dijo en una nota que el intenso y líquido mercado de deuda japonesa podría seguir financiando los díéficit del país.
Además dijo que la atención inmediata del Gobierno debería estar en la ayuda de emergencia y la reconstrucción.