La Reserva Federal introdujo en el mercado la segunda ronda de flexibilización cuantitativa el año pasado inyectando más liquidez al sistema e impulsando el precio de los activos de riesgo. Con la amenaza de la inflación creciendo a lo largo del mundo, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, parece no estar preocupado por los precios en los Estados Unidos. Vía PragCap recogemos una serie de gráficos y explicaciones que señalan porque la Fed debería estar preocupada por la inflación potencial en el corto plazo.
Si se miran los datos más recientes del índice de precios al consumo (Gráfico 1), entonces vemos la tasa de inflación para “todos los artículos†cerca del 2% que tiene como objetivo la Reserva Federal. Pero la tasa subyacente, que excluye los alimentos y la energía, se sitúa solamente en el 0,9% en base interanual, algo que lleva a los consejeros de la Fed a pensar que todavía hay espacio para más medidas de estímulo (¿una QE3 a partir de junio?)
En el cálculo del CPI, el alimento y las bebidas explican solamente el 14,8% del total del dato, y la gasolina es solamente el 5,1%. Lo que realmente importa son otras grandes partidas como las viviendas, que contabilizan el 41,5% del IPC.
No mucha gente sabe que la Oficina de Estadísticas de los EEUU produce una gran variedad de combinaciones del IPC, con varias inclusiones o exclusiones, además de versiones regionales. Dos de los más interesantes se muestran en el Gráfico 2, y nunca escuchamos hablar acerca de ellos. El índice “all items less shelter†saca del índice a la vivienda y da más peso a los alimentos, energía, asistencia míédica, ropa, etc. Está en una tasa ya del 2,1%. La serie que toma como referencia la vivienda, por otra parte, se encuentra todavía cerca de cero, gracias al continuado exceso de oferta tras el colapso del mercado inmobiliario que está manteniendo los precios bajos. Así, algunos economistas no quieren desconcertarse con eventos extraordinarios como Libia y Egipto, que afectan a los precios del petróleo, y están felices de que los precios artificialmente bajos de la vivienda se mantengan para que todo el mundo crea que la inflación no es un problema.
Sobre la base de la investigación realizada por PragCap, la inflación podría estar cerca de ser un problema mucho más grande de lo que los funcionarios de la Fed creen. El Gráfico 3. muestra la tasa de inflación IPC-Vivienda, y que tambiíén incluye los precios de los tablones de madera. Los datos de la madera se han adelantado en el gráfico en 18 meses para mostrar cómo la porción restante del IPC tiende a seguir a los precios de la madera.
En los dos últimos años se ha producido una gran recuperación en los precios de la madera desde su mínimo histórico en enero de 2009. La tasa de inflación IPC-Vivienda está solo en el comienzo del repunte y tiene varios meses de momentum alcista por delante. Hay que recordar que los precios inmobiliarios componen el 41,5% del cálculo del IPC, así que cualquier subida significativa tendrá un enorme efecto sobre los números generales de la inflación. PragCap no cree Bernanke reciba este concepto, según las declaraciones públicas que ha realizado. Todavía parece creer que tiene tiempo antes de que tenga que actuar para prevenir la inflación, cuando en realidad ya hay una buena dosis de inflación potencial y preparándose para revelarse.