La vuelta a escena del debate sobre la seguridad de la energía nuclear tras la alarma provocada por el mayor terremoto de la historia de Japón en una de sus centrales nucleares está beneficiando en el corto plazo a los títulos de energía renovable, aunque todavía es pronto para anticipar un impacto de calado en el sector.
Distintos analistas consultados por Reuters señalaron que este efecto parece en principio coyuntural, aunque advirtieron que podría convertirse en una tendencia de fondo si la situación crítica de la central de Fukushima, con dos de sus reactores muy dañados, deriva en un desastre nuclear. "No creo que este efecto se instale en el medio y largo plazo porque pienso que no va a producirse una debacle nuclear. Pero si íésta se produjese, estaríamos ante otra cosa", dijo Juan Rodríguez-Rey, operador de Banco Sabadell en Madrid.
En una línea similar, analistas de BofA Merrill Lynch dijeron en un informe publicado el martes que por el momento no esperaban que la coyuntura actual detuviese el renacimiento global de la energía nuclear, aunque podría provocar retrasos en los programas, mayor enfásis en los protocolos de seguridad y una mayor inversión por parte de las elíéctricas.
"Todavía es pronto y entendemos que puedan verse mejores oportunidades en la eólica y la solar, pero dudamos que vayamos a dejarnos llevar por el entusiasmo en este momento".
Isabel Mera, analista del broker Norbolsa, indicó que, salvo desastre, la crisis nuclear japonesa no debería variar enormemente los modelos energíéticos nacionales, aunque su impacto en la política y la opinión pública podría acelerar un impulso que ya estaba en marcha hacia la energía de fuentes renovables.
"En la industria eólica ya existían vectores de crecimiento a largo plazo, que se habían visto frenados por la falta de una promoción más intensa en algunos mercados como EEUU, si bien esta preocupación coyuntural podría servir de catalizador para los países más rezagados en energía renovable".
Otros seguidores del mercado, como el gestor de fondos de MG Valores, Pedro Cubillo, prefieren mantener la prudencia hasta conocer realmente el alcance de los acontecimientos en Japón y su impacto en el sector de renovables.
"Estamos hablando de una planta en un país que tiene más de 50 centrales nucleares y que ha sufrido el peor terremoto de su historia. Si es un nuevo Chernóbil supondrá como entonces un parón para la industria nuclear, pero tambiíén es posible que dentro de seis meses no haya pasado nada".
En BofA Merrill, recordaron que cuando el año pasado ocurrió el desastre del derrame de crudo en el Golfo de Míéxico, la gente en un principio pensó que iba a ser muy positivo para la normativa sobre energías limpias en EEUU, "pero la realidad es que al final no cambió nada".