Decepción. í‰sa es la palabra que mejor resume el estado de ánimo de Oaktree, Shelby, Leche Río y otros fondos y empresas que en los últimos días han estudiado las cuentas de Nueva Rumasa con la intención de entrar en su capital o quedarse con alguno de sus activos. Aunque evitan pronunciarse en público, casi todos coinciden en la misma idea: "Hemos perdido el tiempo porque nos han enseñado unas cuentas que no eran reales".
De acuerdo con los datos a los que ha tenido acceso elEconomista, la familia Ruiz-Mateos está intentando captar capital con la idea de que sus grandes empresas -Dhul, Clesa, Carcesa, Hibramer, Bodegas Garbey y Hotasa, entre otras generaron el año pasado un EBITDA(resultado bruto operativo) positivo de 200 millones de euros.
El problema, siempre según estos fondos, es que tras realizar una primera due dilligence o auditoría de los activos la realidad es muy distinta. "Ninguna empresa es capaz de generar caja en este momento y la verdad es que el grupo tiene un EBITDA negativo de unos 50 millones", explica una de las sociedades que ha analizado en las últimas semanas sus estados financieros.
Deuda mayor de la prevista
Pero no se trata sólo de un problema de resultados. De acuerdo siempre con las fuentes consultadas, la deuda global del conglomerado de la familia Ruiz-Mateos -hay que recordar que no existe una auditoría consolidada y que las empresas tienen sus raíces en paraísos fiscales es mucho mayor de la anunciada en un principio.
Nueva Rumasa ha reconocido compromisos financieros por valor de 713 millones, pero según algunos de los fondos que han estudiado su entrada en el capital, en realidad podría superar con creces los 1.100 millones, lo que supone un 54,2% más. De igual modo, ninguno de los hasta ahora interesados por el holding todas las compañías que han estudiado las cuentas han optado por marcharse- se cree las valoraciones patrimoniales.
Ruiz-Mateos dijo en 2009 que su holding valía 3.000 millones, aunque algunos meses despuíés elevó esa cifra hasta los 6.000 millones.
"No vale ni lo primero que dijeron ni por supuesto lo segundo o lo tercero. Lo primero será conocer la deuda real y los impagos que tienen con Hacienda, algo muy complicado debido a la ingeniería financiera que han estado utilizando", explican las fuentes consultadas.
El juez duda de su gestión
Es precisamente esa ingeniería la que ha obligado al juez Blas Alberto González, del mercantil número 1 de Granada, a apartar temporalmente a los dos administradores de Dhul, ílvaro y Francisco Javier Ruiz- Mateos. En el auto que declara el concurso voluntario de la compañía, tan sólo un día despuíés de su presentación, el juez explica que "se aprecia la concurrencia de circunstancias que aconsejan que el inicio de este concurso se efectúe bajo un control absoluto de la administración concursal".
Entre estas circunstancias, el magistrado señala la existencia de una única unidad de dirección, gestión y control, la holandesa Dhul Holding, mientras que existen evidentes relaciones societarias y ecoeconómicas entre las diversas entidades que integran el entramado empresarial de Nueva Rumasa, "traducidas en la generación de responsabilidad solidaria de Dhul por deudas ajenas ante múltiples inversores".
El magistrado apunta a multitud de procedimientos judiciales, que continuarán, en los que Dhul ha sido demandada en su condición de fiadora solidaria de deudas ajenas. Su último motivo para apartar a los hijos de Ruiz-Mateos de la administración son las dudas que "indiciariamente ya surgen en este primer momento sobre la gestión que ha llevado a Dhul a esta situación de insolvencia, relacionada parece con deudas de otras empresas y no tanto con la propia gestión de Grupo Dhul, que ha podido servir de garantía más para responder de las deudas que para responder de su propia actividad" apunta el juez.
González paraliza todos los embargos en fase de ejecución sobre la facturación, así como sobre los bienes necesarios para su continuidad aunque no sobre aquellos derivados de otros procedimientos administrativos y judiciales.
Es decir, de los 150 millones en impagos que suman las alimentarias del holding de la abeja y que podrían generar nuevos embargos, aquellos que estíén relacionados con Dhul y que vayan contra la facturación quedarán en stand-by para evitar un efecto devastador en la concursada, "que deja de percibir los ingresos necesarios para continuar su producción, sin contraprestación alguna para el acreedor", especifica el juez en su auto. En los próximos días podrían ir a concurso de acreedores Clesa, Carcesa y Cacaolat, entre otras empresas.