Aunque Japón sufre las devastadoras consecuencias de numerosas catástrofes, los inversores todavía parecen estar convencidos de que es la tierra del sol naciente: desde el terremoto del pasado viernes, las acciones de empresas de energía solar han experimentado un fuerte repunte.
La crisis nuclear de Japón ha dado un empujón a un sector caracterizado por un exceso de oferta crónico. A los defensores de la energía solar les alegrará sobre todo la decisión de Alemania de cerrar varias centrales nucleares, dado que, en los últimos dos años, el país concentró el 40% de las instalaciones solares, según cálculos de Credit Suisse.
Aunque la energía solar es más segura, no puede sustituir a la energía nuclear. En 2008, las centrales nucleares generaron el 13,5% de la electricidad del mundo, según la AIE, frente al 0,06% de la energía solar. La cifra subestima las inversiones en energía solar necesarias para cubrir la brecha, dado que las plantas nucleares suelen estar operativas casi todo el tiempo, mientras la energía solar es intermitente por definición. En 2008, las centrales nucleares generaron a nivel global el 80% del total de su producción potencial frente al 9% de las instalaciones solares.
La energía solar sigue siendo relativamente cara. De los pronósticos del Gobierno estadounidense para la entrada en funcionamiento de nuevas plantas en 2016 se desprende que el coste de la electricidad generada por los paneles solares duplica prácticamente el coste previsto en dólares de las nuevas centrales nucleares al valor de la divisa en 2009. Y aunque este último suba, la energía solar tiene que competir con otros combustibles, principalmente con el gas natural, mucho más barato.
Esos mismos pronósticos gubernamentales sitúan el coste de la electricidad generada por las modernas unidades de gas en sólo el 30% del precio de la energía solar. Desde el punto de vista político, el gas afronta sus propios problemas, como los temores por las perforaciones de los yacimientos de gas de esquisto.
Pero el alto coste de la energía solar y de las subvenciones tambiíén se convierte en un asunto político ante las dificultades económicas, motivo por el que los gobiernos han retirado los incentivos. La tragedia de Japón podría persuadirles para dar algo de margen a la industria de la energía solar. Pero los mayores beneficios económicos y fiabilidad del gas natural deberían hacer que sea el más beneficiado.
Lea el artículo original publicado en The Wall Street Journal Europe After Japan Quake, Gas Should Eclipse Solar
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