La guerra por el control de Iberdrola está ganando en tensión conforme pasan los meses. Especialmente si se cumple lo que íngel García Altozano, mano derecha de Florentino Píérez, explicó la semana pasada en un encuentro privado con brokers. En dicha reunión, el director general corporativo de ACS afirmó que cuenta con el apoyo de inversores amigos para desbancar a Ignacio Sánchez Galán.
El número dos del holding participado por los March y los Albertos se reunió el pasado 17 de marzo con el equipo de análisis de Caja Madrid, tan solo tres días despuíés de que Qatar anunciase la compra de un 6,16% de Iberdrola. En esa cita, García Altozano aseguró que ACS se encontraba cómoda con la participación del 20% en la elíéctrica, dando a entender que, por el momento, no iría a por el 30%, tal y como anunció íél mismo en la presentación de resultados de 2011, celebrada a finales de febrero.
Pero lo más llamativo es que el director general corporativo de la empresa de construcción, servicios, energía y concesiones reconoció “haber tenido acercamientos de inversores interesados en tomar posiciones en Iberdrola†para ayudarle a tomar el control. “ACS todavía cree que habrá, tarde o temprano, un proceso de consolidación en el sector elíéctrico, en el que jugará un papel relevanteâ€, indica la nota enviada por Caja Madrid a sus clientes selectos.
En opinión del broker, a partir del próximo 1 de julio, cuando desaparezcan las limitaciones de voto –ahora está acotada al 10%- en los estatutos de la compañía por la entrada en vigor de la enmienda Florentino, se desatará la guerra final. “Prevemos que ACS aglutinará a accionistas con el mismo ideal e intentará cambiar el consejo de administración de Iberdrolaâ€.
Una contundente conclusión a la que Caja Madrid llega tras escuchar las palabras de García Altozano, quien aseguró a los analistas que pondrá en marcha lo que en el argot financiero se conoce como “proxy fightâ€. Es decir, la unión de accionistas suficientes para alcanzar un determinado porcentaje del capital que le permita hacerse con la gestión. Galán cuenta ahora con el apoyo de inversores que reúnen cerca del 22% del accionariado tras la entrada de Qatar.
A por Hochtief
La operación sería similar a la que se pergeñó para tomar el control de Hochtief. En el caso de la constructora alemana, ACS tuvo el respaldo de Southern Asset Management, dueña del 7% de la española y que antes de la OPA hostil compró el 5% del grupo germano. Lo mismo hizo Centaurus, fondo de capital riesgo del que Josíé María Aznar fue consejero.
Al mismo tiempo que ACS intenta preparar el asalto final por Iberdrola, el grupo dirigido por Florentino Píérez camina firme en su vertiente teutona. La española tiene ya el 40% de Hochtief, frente al 36,5% que comunicó el pasado 25 de febrero, cuando anunció los beneficios del último ejercicio.
El holding tiene intención de llegar al 50% antes del próximo 12 de mayo, día en el que se celebrará la junta general de accionistas. ACS, que tiene ahora dos consejeros, quiere renovar el órgano de gobierno de su participada en el que están ocho representantes de los trabajadores y seis independientes.
