No solo los bancos han pedido al Gobierno un blindaje ante la posibilidad de que alguna caja salga finalmente a subasta. Las cajas tambiíén. Novacaixagalicia ha solicitado a Economía un esquema de protección de activos (EPA) para cubrir nueva morosidad que pueda aflorar. De esta forma, el potencial inversor de la entidad no se haría cargo de esta segunda píérdida que lo cubriría el FROB.
El objetivo de la caja gallega con esta petición es intentar así atraer a potenciales inversores privados para que entren en el capital del banco que pretende crear Novacaixa. La entidad gallega, que ha cursado la petición a travíés de la Xunta, asegura que con esta fórmula se proporciona mayor confianza a los inversores privados y, por tanto, se da más valor a la caja.
Así, los inversores privados no se harían cargo de la aparición de nueva morosidad y solo se verían afectados por la caída del dividendo en el caso de que afloraran nuevas píérdidas en la entidad.
El Banco de España fijó el pasado 10 de marzo las necesidades de capital de Novacaixa en 2.622 millones de euros para llegar a un core capital del 10%, cifra que se rebaja a 1.527 millones si logra que el 20% del capital de su futuro banco estíé en manos privadas, con lo que el nivel de core se reduce al 8%.
La caja gallega intenta contrarreloj buscar capital privado. Fuentes de la entidad aseguran que ya tienen comprometidos la entrada de algunos inversores, pese a ello necesitarán acudir al FROB. Tampoco descartan incorporarse a un SIP ya formado para ganar tamaño y aminorar la petición de fondos públicos, pero esta es la opción que menos atrae a la Xunta.
De cualquier forma, será el Banco de España el que finalmente tenga la última palabra el próximo 28 de marzo, última fecha en la que todas las cajas con necesidades de capital deberán entregar al supervisor sus planes de recapitalización. Cuatro como máximo. Y Novacaixa tiene intención de remitir varias opciones si no cambia de idea el jueves. Ese día se celebra una reunión extraordinaria del consejo de administración para analizar todas las vías posibles para buscar capital.
Los responsables de Novacaixa, que hoy se han reunido con el Banco de España, defienden que si finalmente Economía acepta su propuesta para crear una EPA para que el Estado sea avalista en caso de que se detecten y confirmen píérdidas esperadas por morosidad, sería un blindaje para los potenciales inversores del banco y sería más fácil que aceptaran entran en su capital. La caja recuerda que el pasado año destinó 3.008 millones de euros a provisiones. De ellos, 914 millones provenían de la recuperación de efectivo por efectos fiscales, 1.162 millones del FROB y 931 millones de las reservas. De ahí que su capital principal, explica la caja, se situará en el 5,28%, el más bajo, junto a Barclays de la banca española.
La Xunta de Galicia, mientras, defiende la creación de un banco por parte de Novacaixa al que trasladaría todo su negocio financiero en el que entrarían inversores privados y fondos públicos a travíés del FROB, lo que equivale a una nacionalización parcial y temporal. Tras esta operación la caja se transformaría en una fundación que controlaría el banco. Con esta fórmula la Xunta tambiíén controlaría la fundación y por lo tanto a la entidad financiera.
El Banco de España es partidario de que las cajas se transformen en fundaciones, pero no de que los Gobiernos regionales sigan controlando estas instituciones.
El EPA ya ha sido puesto en práctica en dos ocasiones en España. La primera cuando Cajastur adquirió en subasta CCM, aunque en aquella ocasión fue el Fondo de Garantía de Depósitos de las cajas el que se hizo cargo de las nuevas píérdidas esperadas en la caja castellanomanchega. La segunda fue cuando BBK se quedó con Cajasur, hace un año. Entonces fuel FROB el que garantizó los posibles impagos que aparecieran en la entidad cordobesa.
Los bancos españoles interesados en participar en una posible subasta de una caja tambiíén han pedido al Gobierno que cree un sistema de protección de activos.