Mientras todas las miradas de los inversores se dirigen hacia Lisboa, ante su crítica votación presupuestaria, Irlanda y Grecia cotizaban de nuevo en los mercados la amenaza de un default o reestructuración de la deuda de un país la zona del euro. La tensión es máxima. La rentabilidad a 10 años del bono irlandíés supera por primera los dos dígitos, el 10%, mientras que el bono griego al mismo plazo se disparaba por encima del 12%.
Ambos países se encuentran 'intervenidos' por el fondo de rescate de la UE que ha destinado cerca de 200.000 millones de euros. Mientras tanto continúan las negociaciones sobre el fondo temporal de rescate que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE se han comprometido a aprobar durante la cumbre del jueves 24 y viernes 25 de marzo, en el marco de una respuesta global a la crisis de deuda de la eurozona. La cita clave, sin embargo, está en Portugal.
El diferencial del bono portuguíés a diez años con respecto a su homólogo alemán ascendía desde los 436 puntos básicos hasta los 449 puntos básicos, mientras que la rentabilidad de la deuda a diez años pasaba del 7,52% al 7,66%. El país se enfrenta este miíércoles a la votación de las nuevas medidas de austeridad que, de no ser aprobadas, podrían acabar con el Gobierno en minoría luso.
El incremento de la prima de riesgo era aún mayor en el caso de Irlanda, donde ha alcanzado los 675 puntos básicos frente a los 643 enteros del cierre del lunes. En esta línea, el diferencial de la deuda griega a diez años pasaba desde los 914 puntos básicos hasta los 937 puntos básicos, tras incrementarse el interíés desde el 12,3% hasta el 12,54%. Por su parte, la prima española se situaba lejos de los máximos de hace un mes y cotizaba por debajo de los 200 puntos básicos.
