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Autor Tema: ¿Rally en 2011?... mejor una lección de economí­a conductual  (Leído 358 veces)

Rubican

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Por BMS.

“Los polí­ticos mienten. Los banqueros tambiíén. Si, son mentirosos. Pero no son mala gente, simplemente, lo llevan en los genes. Sus cerebros están programados para ello, afirman los cientí­ficos. Como los adictos, no pueden hacer nada para remediarlo. Es el precio que hay que pagar por vender y hacerse ricos”.

Así­ da comienzo Paul B. Farrell, redactor de Marketwatch, al su artí­culo titulado “Market Crash 2011: It will hit by Christmas”. En íél, Farrell habla de la habilidad de polí­ticos y banqueros para dirigir nuestro pensamiento y hacernos creer que suceden cosas que, en situaciones normales, descartarí­amos por sentido común. Pero es que nuestro cerebro no funciona así­â€¦ lo vemos...

¿Cí“MO ACTíšA LA ECONOMíA CONDUCTUAL?

Farrell afirma que solemos creer a los que dirigen el mundo porque tambiíén estamos programados para ello. Nos aconsejan quíé hacer, nos dicen que no prestemos atención a los hechos contrarios hasta que es demasiado tarde y hasta que una nueva crisis nos golpea. La psicologí­a ofrece aquí­ una poderosa lección: nuestros cerebros colectivos están destinados a provocar un crash antes de Navidad de 2011. ¿Por quíé? Pues porque somos unos críédulos. Nos empeñamos en buscar voces fiables en un mundo de mentirosos. Y les dejamos que nos manipulen en contra de nuestros propios intereses.

La ciencia de la conducta nos dice que los banqueros y los polí­ticos mienten el 93% del tiempo. Es 13 veces más probable que Wall Street mienta en lugar de decir la verdad. Es por este motivo que ellos ganan y nosotros perdemos. Nuestros cerebros están programados para participar en su juego.

Richard Thaler, uno de los gurús de la economí­a conductual de la Universidad de Chigaco, lo explica de la siguiente manera: “Tenemos que ver el cerebro humano como un ordenador con un procesador muy lento y un sistema de memoria pequeño y poco fiable”. Para entender mejor el concepto, tambiíén podemos apelar a Barry Ritholtz, genio financiero y autor de Bailout Nation.

En un artí­culo publicado en The Washington Post, Ritholtz resumí­a esta idea afirmando que “los humanos somos el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Estamos programados así­, es el resultado lógico de la evolución. Esta actitud podrí­a haber ayudado a nuestros antepasados a luchar por el territorio y la supervivencia, pero lleva a los inversores a tomar decisiones emocionales costosas”.

Y proseguí­a con la siguiente frase. “Los neurofisiólogos que se dedican a la investigación de las funciones cognitivas sostienen que los que se dejan llevar por las emociones sufren de díéficit cognitivo… los que ponen interíés emocional en algo pierden la habilidad de hacer planteamientos objetivos: perciben eventos de forma selectiva. Ignoran datos, hechos e incluso el propio sentido común. Incluso la memoria les juega una mala pasada porque solo les permite recordar aquello en lo que creen, borrando cualquier recuerdo que pueda generar conflicto”.

Y lo peor, además, es que no hay cura.

Farrell nos pone un ejemplo. Recientemente, aparecí­a un titular en Estados Unidos diciendo lo siguiente: “Una tendencia alcista suele durar, de media, 3,8 años: No hemos alcanzado todaví­a los 2”. Reacción deseada: Más subidas. Wall Street ama las subidas. Y los periódicos no hacen sino participar en la manipulación. Veáse otro titular de The Wall Street Journal: “La recuperación de los mercados, a toda potencia… el S&P coge carrerilla para enfrentarse a su próxima marca”.

Todaví­a otra frase de dudosa credibilidad: La inflación y la subida de los tipos de interíés no empujaran a China y EE.UU. al borde del abismo y hacia una nueva recesión. Esta es muy popular en Wall Street. Incluso se anima el mercado cada vez que en televisión expertos y periodistas repiten su estadí­stica favorita: Las acciones protagonizan un rally en el tercer año de una presidencia, a menudo más de un 20%.

¿Pero cuál es la mayor mentira? Un alcista empedernido, Jeremy Siegel, el cíélebre autor de “Stocks for the Long Run”, decí­a lo siguiente en una conferencia de Ameritrade: “Ahora solo podemos esperar más recuperación y los próximos años serán positivos para las acciones”. Una declaración que ha hipnotizado a miles de nuestros mejores gestores de fondos y consejeros, que la han creí­do a pies juntillas. Ahora no solo creen que el mercado alcista es infinito, sino que además, están utilizando este mensaje para vender activos basura a inversores incautos.

“¿Te haces ya una idea de la situación? Se está empezando a fraguar una conspiración en tu cabeza que pondrá en conflicto tu críédulo cerebro con los hechizos de Wall Street. Si les escuchas, perderás”, afirma Farrell.

En su opinión, esta pequeña conspiración puede jugar malas pasadas. Es por ello que invita a los inversores a escuchar a algunos opositores respetables, aquellos que creen que habrá un cambio de tendencia antes de Navidad, pasando de un rally alcista cí­clico a un mercado bajista cí­clico.

Para terminar, nos da un último ejemplo: La crisis subprime fue prevista antes de que sucediera. En 2007, el economista jefe del FMI, Raghuram Rajan, avisó a los grandes banqueros que los mercados financieros estaban abocados a la catástrofe. Nadie en ese momento quiso prestarle atención.

Foro de Bolsa, un saludo.


¡Se nos va de las manos!