Los estafadores compraban las monedas desechadas y las montaban en China
Varias azafatas de Lufthansa introducían las monedas en maletas de mano
Empleados del Bundesbank se presetaban a cambiar las monedas por billetes
Agentes de la lucha contra el crímen organizado (BKA) han detenido esta pasada noche a seis personas y han realizado varios registros en los alrededores de Frankfurt en relación con la mayor estafa detectada hasta ahora desde que existe el euro.
La víctima, el Bundesbank, cifra la cantidad estafada en un mínimo de 20 millones de euros y en ella habrían participado varios empleados del Banco Central alemán en complicidad con personal de la empresa Lufthansa reclutados por una red internacional de blanqueo.
Los estafadores revendían monedas que supuestamente habían sido retiradas de la circulación debido a fallos en su fabricación y que debían haber sido fundidas para el reciclaje del metal que las compone. La red de estafadores está compuesta al menos por 25 personas.
Aunque las monedas de uno y dos euros desechadas eran desmontadas por el Bundesbank, que separaba el aro exterior del núcleo interior, estas volvían a ser montadas en China, desde donde retornaban a Alemania en maletas de azafatas de Lufthansa, que luego las cambiaban en el banco central germano por billetes.
Mecanismo defraudatorio
En primer lugar, una banda organizada se encargaba de la compra de la chatarra que el Bundesbank ponía a la venta para el reciclado del metal de las monedas desechadas, que suponen varias toneladas al año.
Los compradores de las monedas desmontadas las enviaban seguidamente en cargamentos declarados como chatarra a China, donde se volvían a montar y se preparaban para su retorno a Alemania en envíos que no superaban los 10.000 euros, el máximo no declarable ante las aduanas germanas, que eran trasladados en equipaje de mano de personal de cabina de vuelos de Lufthansa.
Posteriormente, empleados del Bundesbank facilitaban su cambio por billetes. Lo curioso es que se trata de un delito no tipificado de forma expresa, a medio camino entre la falsificación y la estaba.
En declaraciones a Bild Zeitung, la fiscal superior de Fráncfort, Doris Mí¶ller-Scheu, confirma que los sospechosos han sido acusados, entre otros de "poner en circulación dinero falso", ya que que las monedas habían perdido su legalidad en el momento en que fueron desmontadas por el Bundesbank