Un buen artículo durante este fin de semana en un medio escrito reflexionaba sobre la “nueva vía†que supuso Islandia en tíérmino de no soportar a su banca.
Sin embargo, como buen artículo que es (lo repito una segunda vez) tambiíén confirmaba lo que todos sabemos: la decisión no fue de sus autoridades si no forzada por las circunstancias. Vaya, que no había alternativa. ¿Un ejemplo? La devolución en más de 30 % del críédito a ingleses y holandeses por el pago de ambos gobiernos de los depósitos de sus nacionales en bancos islandeses. ¿Por quíé no han rechazado su pago?. El resto, entre controles de capital, fuerte caída de la moneda, ajustes fiscales, de rentas y la propia caída de los activos financieros (doy fe de ello: soy coleccionista de monedas…tambiíén islandesas) no supone una receta que se pueda asumir de buen grado. Vamos, que el rescate del FMI en este caso ha supuesto una medicina amarga que no es fácil de digerir. Repito, no es una opción deseable para cualquier país que tenga alternativas.
Quizás en todo esto ha pensado el nuevo gobierno irlandíés salido de las elecciones del mes pasado. Cuando durante la campaña electoral ha manejado la posibilidad de dejar caer a su banca, el afloramiento de otros 25 bn. EUR en necesidades de capital de sus cuatro entidades más grandes ha llevado a plantear un ajuste del sector y económico. Con esto pretende enfrentarse a una nueva negociación con Europa mucho más ventajosa sobre los criterios de la concesión de la línea de críédito aprobada a finales del año pasado. Veremos si las autoridades europeas (y especialmente las francesas) permiten los bajos tipos del impuesto sobre sociedades. ¿Y si no es así?.
Pero ya síé que ustedes son inversores curtidos que no temen las incertidumbres. La revalorización del mercado durante el Q1 hubiera sido imposible con los mismos criterios de gestión del riesgo del pasado reciente. Dominaba la aversión al riesgo. Ahora la geopolítica, Japón, inflación, crisis de deuda soberana y hasta la cada vez más probable paralización de la Administración norteamericana, sólo generan intentos de nuevos descensos en los mercados que rápidamente se convierten en una oportunidad de compra. Sí, podemos superarlo. ¿Podemos? Lamentablemente aquí no hablamos de promesas políticas que afecten a la psicología del votante. ¿Podemos? Sí, o quizás no. De hecho, me temo que las respuestas positivas se irán alternando con las negativas a corto plazo. Ahora aparentemente pesan más las positivas