La Agencia Tributaria embargó el año pasado 3,3 millones de cuentas bancarias para asegurarse el cobro de deudas con la Administración. Una cifra que supera los cinco millones si se suman las inmovilizaciones de cuentas realizadas por la Seguridad Social. Se trata de la mayor cifra jamás registrada.
La orden de embargos de la Agencia Tributaria ha alcanzado niveles inimaginables antes de la crisis económica. En 2010, Hacienda lanzó 4,7 millones diligencias de embargo frente a 4,2 millones en 2009 y 3,2 millones en 2008, según los datos a los que ha tenido acceso CincoDías. Esta cifra incluye la inmovilización de cuentas bancarias, valores, coches, embarcaciones, salarios, joyas o viviendas.
El director de Recaudación de la Agencia Tributaria, Josíé Meseguer, indica que no todos los embargos responden a deuda fiscal ya que Hacienda gestiona el cobro de, por ejemplo, multas de tráfico y de otras sanciones administrativas. Las diligencias de embargo alcanzaron los 106.600 millones de euros, un 31% más que el año anterior. En cualquier caso, Meseguer alerta que este importe está "sobredimensionado y resulta poco significativo" ya que Hacienda puede abrir varias diligencias para un mismo contribuyente y deuda fiscal.
En cualquier caso, Hacienda inmovilizó 3,3 millones de cuentas bancarias, una cifra que supera los cinco millones si se suman los datos de la Seguridad Social, aunque una misma cuenta puede haber sido retenida por ambos organismos. La legislación ofrece la posibilidad de que la Agencia Tributaria embargue hasta 20.000 euros de forma automática. Antes de 2009, el umbral máximo se situaba en los 6.000 euros. Por otra parte, Hacienda ordenó el embargo de 23.502 inmuebles por importe de 8.412 millones, mientras que la Seguridad Social inmovilizó 78.000 viviendas. La Administración ordena la incautación de inmuebles para evitar vaciamientos patrimoniales, es decir, impedir que el contribuyente moroso ponga sus propiedades a nombre de familiares.
Hacienda debe seguir un orden en los embargos. Se empieza por el dinero en efectivo y cuentas corrientes, seguido de valores, sueldos, bienes inmuebles, establecimientos mercantiles, joyas y bienes muebles como coches o embarcaciones.
En el caso de salarios, Hacienda embargó el sueldo a 378.000 empleados, un 34% más que en 2009. La cifra supera el medio millón si se añaden las retenciones de sueldos ordenados por la Seguridad Social. La ley prohíbe embargar la parte del sueldo equivalente al salario mínimo interprofesional (641,40 euros). El deterioro de la situación económica provoca que cada vez más contribuyentes sean incapaces de asumir sus obligaciones fiscales. En cualquier caso, la Administración ofrece la posibilidad de aplazar la liquidación de impuestos y cuotas sociales. Las empresas solicitaron postergar 22.000 millones de euros en el pago de tributos y cotizaciones en 2010.
Mayores actuaciones sobre los críéditos
El director de Recaudación, Josíé Meseguer, augura que los embargos sobre los críéditos a las empresas, es decir, facturas que tienen pendientes de cobro, cada vez serán mayores por la mejora de la eficiencia en la gestión de la información. Actualmente, el Hacienda recibe un informe actualizado y detallado de los intercambios comerciales de las empresas a travíés del modelo 340, que supone una declaración informativa de operaciones en los libros registro.
De hecho, el embargo de valores y críéditos aumentó un 29% en 2010 frente al ejercicio anterior. Por el contrario, la inmovilización de bienes muebles (coches, por ejemplo) cayó un 4%. Hacienda subasta los bienes que embarga como viviendas o embarcaciones. En un primer momento, explica Meseguer, el bien sale a subasta al precio de mercado que haya fijado la Agencia Tributaria. Si nadie lo compra, vuelve a subastarse con una rebaja del 25%. En el caso que tampoco haya comprador se inicia la llamada venta directa, que supone una suerte de subasta online. Los interesados pueden entrar en la página de la Agencia Tributaria (
www.aeat.es) para conocer el catálogo de bienes en manos de Hacienda y pujar por ellos. Y, como no podía ser de otra manera, gana el mayor postor.
En cualquier caso, la crisis inmobiliaria tambiíén ha afectado a la Agencia Tributaria en la medida que los inmuebles que embarga han perdido valor y cada vez cuesta más colocarlos.
Bienes inembargables
La legislación enumera una serie de productos inembargables por la Administración pública. Entre ellos, se encuentran los bienes sacros y los dedicados al culto de las religiones. Hacienda tampoco puede confiscar el mobiliario y menaje de una vivienda.
