El multimillonario mexicano Carlos Slim, propietario de Telmex y Amíérica Móvil, habría culminado por fin su eterno idilio con el Grupo Prisa. Según aseguran a El Confidencial fuentes de la compañía al más alto nivel, el hombre más rico del mundo según Forbes habría adquirido una participación de entre un 2% y un 3% en el capital del grupo de medios. Todo un gesto ante la nueva etapa que se abre con la entrada de los fondos de Liberty y en la que un 70% del capital cotizará en bolsa en un plazo de tres años.
“Podría haber elevado esa participación, pero declinó la posibilidad para concentrarse en la guerra que tiene abierta en su país con la entrada de Azcárraga en el sector de las telecosâ€, explican estas fuentes. El gigante audiovisual Televisa acaba de firmar un acuerdo para adquirir por 1.600 millones de dólares un 50% de la empresa de telefonía móvil Iusacell, del Grupo Salinas. Con esta operación, Emilio Azcárraga Jean y Ricardo Salinas –propietario de TV Azteca- unen fuerzas contra Slim, que a su vez ha apostado por la televisión de pago y las ofertas de triple-play (televisión, telíéfono e Internet).
El convidado de piedra sería Telefónica, que desde hace una díécada mantiene una dura pugna con Slim en Míéxico y Brasil. La compañía de Cíésar Alierta cerró hace apenas un trimestre la compra por 500 millones de euros de un 22% de Digital+, la plataforma de pago del Grupo Prisa. Fuentes del grupo de medios consultadas por este periódico aseguran que la operadora española “está informada†de la compra del magnate mexicano, sin que haya puesto objeción alguna. Aunque el propietario de Amíérica Móvil no parece el compañero de viaje ideal para la teleco, la participación adquirida no afecta a su posición en la editora de El País.
La conexión Slim-Prisa es de largo alcance, sin que nunca se haya sustanciado en alianzas ni operaciones de relieve pese a los recurrentes rumores. “La relación de Slim era básicamente con Jesús de Polanco –explican fuentes de la cúpula de la compañía-. Es cordial con Juan Luis Cebrián, pero no el tipo de contacto que culmina en alianzas de peso. El nexo de unión siempre ha sido Felipe González, que en otro tiempo fue más asesor de Slim de lo que es ahora. Llegado el caso, es más fácil que la mediación la hubiera hecho Isidro Fainíéâ€. El tycoon mexicano es miembro del Consejo de Criteria, la compañía de inversiones de La Caixa.
Slim sólo tiene obligación de comunicar a los reguladores la compra de acciones si el paquete supera el 3% del capital de la sociedad. Según la información que figura en la CNMV, la sociedad de cabecera de la familia Polanco –Rucandio- posee el 35% del grupo, mientras que Deutsche Bank, HSBC Holdings, BNP Paribas o Bank of America custodian porcentajes superiores al 3% e inferiores al 4%. Nicolas Berggruen, cabeza visible de Liberty, suma un 3,8%.
Prisa cerró ayer con una capitalización bursátil de 930 millones de euros, lo que situaría la inversión de Slim en 19 millones, peanuts para el magnate mexicano. Inbursa, su grupo financiero, no atendió la petición de este diario para dar su versión sobre la información. "Lo que está claro es que Cebrián busca capital. Con el de Liberty no alcanza y está buscando inversores", explican fuentes conocedoras de los problemas de la compañía. Tras el agresivo proceso de desinversiones llevado a cabo, la deuda del grupo aún supera los 3.600 millones de euros.
Cebrián preside ‘El País’
La entrada de Slim es sólo un paso más en la mudanza permanente en que parece vivir Prisa en los últimos meses. Precisamente ayer se producía un nuevo hito en el proceso de despolanquización del grupo, al quedar fuera la familia de la presidencia de El País, el buque insignia de la sociedad. Ignacio Polanco, que sucedió a su padre al frente de la compañía, cedía el cargo en el rotativo al hasta hoy consejero delegado, Juan Luis Cebrián. Los Polanco se han diluido desde el 70% de la sociedad que mantenían hace apenas cinco meses hasta un porcentaje que puede quedar en el 18% si no ejecutan los warrants que les concedió la operación de Liberty.
Cebrián, como consejero delegado de Prisa, acometió la OPA por el 100% de Sogecable, operación que llevó la deuda de la compañía por encima de los 5.000 millones de euros. Ese agujero es precisamente el que ha obligado a la compañía a abrazar la solución Liberty y a los Polanco a diluirse en el capital. "Si se quiere ser global, hay que tener tamaño", aseguraba recientemente Cebrián al referirse al futuro de la compañía. Un planteamiento que resulta “imposible con una familia o un grupo de amigos†como únicos accionistas. Tambiíén agradeció públicamente a los Polanco su “lucidez y generosidad†para continuar ejerciendo el control “desde una posición no mayoritariaâ€.