Por... ELENA BECATOROS
ATENAS -- El ministro de Finanzas de Grecia descartó una vez más el miíércoles cualquier restructuración de la pesada deuda de su país, siguiendo a declaraciones similares hechas un día antes por el presidente europeo Herman Van Rompuy.
Grecia evitó irse la quiebra el año pasado con un paquete de rescate por 110.000 millones de euros (160.000 millones de dólares) por parte de sus socios europeos y el Fondo Monetario Internacional.
A cambio, el gobierno socialista recortó las pensiones y los salarios de los empleados del gobierno, mientras aumentó los impuestos y las edades para jubilarse.
Pero muchos analistas creen que el país eventualmente será obligado a restructurar su deuda, lo cual significa facilitar los tíérminos de su pago en perjuicio de los acreedores internacionales, independientemente de si implementa todas las reformas que ha prometido.
Esto, según el ministro griego de Finanzas George Papaconstantinou "es una posición que tiene muy pocos seguidores y analistas. Es una posición que el gobierno no comparte".
Sus declaraciones llegan un día despuíés de que Van Rompuy, presidente del Consejo de la Unión Europea (UE), descartó cualquier restructuración de la deuda del país, pero presionó a Atenas a ver a travíés de las impopulares reformas.
Cambiar los tíérminos del pago de la deuda para unos 340.000 millones de euros (492.000 millones de dólares) "crearía más problemas que soluciones", dijo Van Rompuy durante una visita el martes a Atenas, agregando que el "tema (la restructuración) no sólo no está en la mesa, sino que está fuera de duda".