El precio del oro ha llegado a casi US$1.500 por onza en los últimos dos días, estableciendo nuevos ríécords.
El lunes alcanzó los US$1.497,50, comparado con US$ 1.476,75 con anterioridad, y este martes a las 12:00 GMT se mantenía alto, a US$1.495,78.
Las últimas subidas han sido impulsadas por las preocupaciones de los inversionistas sobre la deuda pública en los países desarrollados.
Como señaló el analista en temas financieros de la BBC Andrew Walker, “muchos inversionistas internacionales ven al oro como un refugio seguro cuando están preocupados por las perspectivas de otros activos, como bonos del gobierno, o deudas, emitidos por los países ricosâ€.
“En Europa, se especula cada vez más que Grecia podría declararse incapaz de pagar sus deudas y otros países están luchando para frenar su endeudamientoâ€, añadió Walker.
Tambiíén hay preocupación por la deuda de Estados Unidos, especialmente despuíés de que la agencia calificadora de riesgos en inversiones Standard & Poor’s advirtiera, el lunes, que podría reducir su evaluación crediticia de la deuda pública estadounidense.
Eso no significa que EE.UU. vaya a dejar de pagar sus deudas, pero existe una inquietud creciente de que los inversores en bonos del gobierno, especialmente los extranjeros, puedan perder dinero.
Esto podría ocurrir a travíés de la inflación, con un dólar más díébil, o con una caída de los precios de los bonos si se venden muchos más. En este contexto, el oro parece más atractivo para muchos inversionistas.
Uno de los más importantes inversores del mundo, el estadounidense Warren Buffet, ha señalado que el oro ha sido una muy buena vía para invertir a mediano plazo cuando hay miedo.
“Si llegan a tener más miedo, uno gana dinero, si tienen menos miedo, uno pierde porque el oro en sí no produce nadaâ€.
Aunque Buffet favorece otras inversiones, el precio del oro ha crecido en más de 130% en los últimos cinco años.
Su demanda subió a raíz de la crisis financiera global de 2008 y en los últimos meses varios factores han respaldado su fortalecimiento, entre ellos la inestabilidad en el Medio Oriente y la situación de la economía japonesa –la tercera del mundo- despuíés del reciente terremoto, el tsunami y la crisis nuclear.
Tambiíén es muy probable que mientras que continúen las dudas sobre la creciente inflación global los precios del oro se mantengan elevados