â– Jeremy Grantham advierte sobre el tiempo y la economía China
â– A largo plazo, las materias primas seguirán subiendo
El increíble boom de las materias primas preocupa a todo el mundo, y todo el mundo parece estar de acuerdo en que va a continuar. Pero uno de los más famosos contrarians, Jeremy Grantham, asegura que estamos a punto de sufrir un crash en las commodities, lo que para íél podría ser una oportunidad de compra que sólo se ve una vez en la vida. Grantham: La Fed y la Noche de los Muertos Vivientes.
Según recuerda Brett Arends, columnista de MarketWatch, los especuladores están más alcistas que nunca. Kasper Kierkegaard, analista de Danske Bank, dice que según los datos de los futuros, las posiciones alcistas en muchas materias primas están en niveles ríécord o al menos cerca de esos niveles.
Ante esta situación, Arends expone los argumentos de Grantham, presidente de GMO que predijo con acierto las caídas del 2000 y las de 2007-09. Y lo ve como un aviso, el propio Grantham es muy alcista en las materias primas, pero a largo plazo, ya que todas ellas se están agotando. De hecho, el informe donde alerta de una caída tiene un título claro: "Hora de despertar. Los días de abundantes y recursos y caídas de precios se han ido para siempre".
El inversor cree que hay un 80% de posibilidades de que el año que viene haya una fuerte caída del precio de las commodities. Incluso va más allá y habla de que hay posibilidades de un colapso masivo. Como recuerda Arends, es difícil de imaginar con la que está cayendo, pero se pregunta: "¿No es siempre así en los booms?"
El tiempo y China
El razonamiento de Grantham es simple y llega en dos partes. La primera se refiere a que las materias primas agrícolas se enfrentan a duras caídas. Acabamos de vivir el peor año para las cosechas desde que se recuerda (sequías, inundaciones, etc.) lo que ha hecho que los precios se hayan disparado. Pero para el inversor las posibilidades de que esto vuelva a suceder son remotas.
A esto hay que añadir que los agricultores responden más rápidamente que nadie a las subidas de precios y simplemente intentan plantar más. Si el tiempo es bueno, razona Grantham, la cosecha de este año puede ser de autíéntico ríécord.
El segundo factor, según Grantham, viene de China, que es la principal fuerza detrás de las subidas de precios de las materias primas. Pero el inversor, que en esto no es excesivamente original, cree que la economía del país asiático va a tener problemas, ya que simplemente ha crecido demasiado rápido durante demasiado tiempo, y los problemas van a aparecer antes o despuíés.
Además, ya están llegando las primeras señales. Los salarios en China se están disparando, y el gasto de capital es ya el 50% del PIB, lo que va a suponer una sobrecapacidad brutal: "aeropuertos innecesarios, carreteras, vías fíérreas y viviendas vacías". Todo esto añadido al enorme crecimiento de los niveles de deuda y el país está inmerso en una locura inmobiliaria.
Un colapso si ocurren las dos posibilidades a la vez
Ante esta situación, Grantham cree que hay al menos un 25% de posibilidades de que China tropiece el próximo año o al siguiente, lo que invitablemente provocará una caída de los precios de todas las materias primas.
La conclusión de Grantham es simple: si bien China se tambalea o si bien el tiempo es mejor que el del año pasado, los precios de las materias primas van a caer mucho. Y va a más: si ambos eventos suceden, "muy probablemente se romperán los mercados de materias primas en masa". Y esto, añade, será una oportunidad única en la vida para obtener rápidos beneficios, ya que los mercados resurgirán de nuevo.
Ante la teoría de Grantham, el columnista del MarketWatch apunta que al menos son razones para estar nervioso sobre el precio de las materias primas. Han subido mucho y muy deprisa. El cobre y el petróleo, más de un 50% en un año. El algodón y el trigo se han duplicado desde mínimos del año. Muchos de ellos están cerca de máximos históricos. Y todo ello despuíés de una gran díécada de subidas de precios, lo que es muy difícil que ocurra sin volatilidad, concluye Arends.
Para concluir recurre al clásico argumento contrarian: casi todo el mundo está de acuerdo en que los altos precios de las materias primas han llegado para quedarse. "Y esto no es algo puramente subjetivo", añade, ya que los datos del mercado de futuros apoyan la teoría: habitualmente, cada vez que los especuladores acumulan enormes apuestas al alza, se avecina una corrección.