Cuando parecía que el buque estadounidense viajaba a velocidad de crucero y escapaba de las fauces de la recesión, la inflación, especialmente relacionada con el alza del crudo, se ha convertido en el ancla que podría ralentizar los planes para alcanzar una plena recuperación en el país.
Según adelantó el Departamento de Comercio de Estados Unidos, el Producto Interior Bruto de la todavía mayor economía del mundo creció a un ritmo del 1,8% durante el primer trimestre del año, es decir, redujo su expansión a casi la mitad desde los tres últimos meses del año pasado.
Si los norteamericanos cerraron 2010 con un sólido crecimiento del 3,1%, en estos momentos tener que desembolsar hasta 4 dólares por galón de gasolina (3,7 litros) y pagar hasta un 2,9% más que hace un año a la hora de hacer la compra, ha provocado que los ciudadanos miren con lupa el gasto familiar.
Un verdadero problema si se tiene en cuenta que el consumo de los ciudadanos supone un 70% de la economía estadounidense. Con las dudas sobre la mesa, el gasto del consumidor aumentó entre enero y marzo un 2,7%, muy por debajo del 4% con el que despidió el año pasado.
Algunos enumeran ya las claves que indican que posiblemente la economía de EEUU podría volver a contraerse o, al menos, regresar a un crecimiento aníémico. La web 24/7 Wall Street enumera las señales de la posible catástrofe que se avecina.
1. Sueldos
Los salarios de los empleados norteamericanos siguen sufriendo el azote de la inflación. El Departamento de Trabajo indicó que el sueldo de los ciudadanos cayó en marzo por quinto mes consecutivo en un momento en que la inflación sigue subiendo. Las estimaciones del banco central de EEUU estiman que la inflación a este lado del Atlántico aumentará este año entre un 2,1 y un 2,8 por ciento para regresar a la normalidad en 2012. En estas circunstancias, y las materias primas al alza, las minoristas deberán pasar el encarecimiento de sus productos al consumidor, que no podrá mantener su nivel de vida de hace seis meses.
2. Sector inmobiliario
El precio de la vivienda podría caer otro 10% este año. El gurú inmobiliario, Robert Shiller, quien elabora el índice Case-Shiller, asegura que los precios inmobiliarios podrían caer entre un 10% y un 25% antes de tocar fondo. De ocurrir, el resultado podría ser desolador. La mayoría de las estimaciones apuntan que a día de hoy 11 millones de príéstamos hipotecarios valen más que las propiedades que suscriben.
Así, los propietarios desesperados que no puedan pagar sus hipotecas lo tendrán mucho más difícil a la hora de vender sus propiedades, sobre todo si tienen que pagar un banco de la diferencia entre el valor del príéstamo y valor de la vivienda al cierre la venta.
3. Desempleo
El desempleo a largo plazo no ha mejorado. El número de personas en EEUU que han estado en paro supera los 4 millones según la mayoría de las estimaciones. Si incluyíésemos a las personas que han dejado de buscar trabajo, la cifra sería mucho mayor.
En este contexto, la gente con pocos recursos que siga sin encontrar trabajo, es más que probable que acabe por acudir a la ayuda de organizaciones de caridad para obtener productos básicos como alimentos, ropa y refugio. Obviamente, las personas sin ingresos no son consumidores. Además, las familias que cuidan de familiares desempleados tienen menos ingresos discrecionales para gastar en sí mismos.
4. Precios de la gasolina.
Este problema afecta a todas las demás claves de esta lista. El precio de la gasolina ha subido alrededor de un 35% en un año. Una familia que compra 300 galones (1.100 litros) cada mes tiene que pagar alrededor de 3.600 dólares más al año para conducir lo mismo que en 2010. Otro impacto de los precios del petróleo es su impacto psicológico. La gente ve el aumento en los costes de combustible como un problema que tiende a empeorar.
5. Críédito de las Pymes
La falta de acceso al críédito para las pequeñas empresas sigue siendo un problema. En estos momentos, las grandes empresas tienen un acceso sin precedentes a capital a un precio increíblemente barato. Además, un gran número de grandes corporaciones cuentan con tanto efectivo que ni si necesitan el acceso a fondos.
Los bancos están más dispuestos a prestar dinero a las pequeñas empresas, pero la mejoría es modesta. El Wall Street Journal aseguró hace unos días que "la recuperación de los príéstamos sigue siendo modesto, con el crecimiento del críédito a las pymes mucho más comedido que en recuperaciones anteriores."
6. Estímulo económico
Los efectos del estímulo de 787.000 millones de dólares han expirado y parece que las medidas cuantitativas de la Fed para comprar bonos del Tesoro tambiíén lo harán el próximo junio. El Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca aseguró en su día que llevaría varios trimestres para que las medidas excepcionales llegasen a todos los sectores de la economía y que previsiblemente su mayor impacto llegaría en 2010.
En estos momentos, con un alza en los precios, 13,5 millones de parados y una doble recesión en el precio de la vivienda, muchos se preguntan si el barco estadounidense podría estar a punto de encallar con la punta de un iceberg.