España vivió hace justo un año una semana de miedo y castigo en los mercados –la peor desde la caída de Lehman Brothers- que la puso al borde del abismo y que provocó noches de insomnio al presidente del Gobierno, Josíé Luis Rodríguez Zapatero. Una situación que desembocó en el mayor ajuste económico del país desde el comienzo de la democracia, en un esfuerzo sin precedentes para convencer a los escíépticos inversores sobre la salud de nuestra economía y la capacidad para reducir el díéficit y la deuda. El Ibex perdió un 14% en cinco sesiones, la prima de riesgo se disparó más de un 60% y el Gobierno tuvo que pedir ayuda a los grandes bancos para colocar sus bonos.
"He pasado ratos muy malos, sobre todo a la hora de decidir las medidas de ajuste", reconocía el presidente en una entrevista. “He pasado alguna noche sin dormir, la noche del 9 al 10 de mayo la pasíé en blanco, primero en contacto con la vicepresidenta, que estaba negociando en el Ecofin nuestro compromiso de reducir el díéficit. Luego estuve a la espera de cómo reaccionaban los mercados. Digamos que pasíé la noche esperando al índice Nikkeiâ€, explicaba.
Era el comienzo de la crisis de deuda soberana en Europa, que llegaba en un momento en el que el margen de maniobra del Gobierno para enderezar la situación recurriendo a la política fiscal se había agotado.
Doce meses despuíés, los ánimos empiezan a relajarse y se separa a España del resto de países perifíéricos, lo que ha proporcionado cierto alivio a la prima de riesgo –medida por el diferencial entre la rentabilidad del bono español a 10 años y el alemán, considerado más seguro-, aunque los expertos recuerdan que todavía queda bastante por hacer. Y para muestra, la persistencia del elevado desempleo, cuya tasa supera el 20% y que ha llevado al número de parados a rozar los 5 millones.
Las medidas puestas en marcha por Zapatero desde mayo, como la reforma laboral y de las pensiones, la rebaja del salario de los funcionarios, el recorte en inversiones públicas o la privatización de Aena o Loterías, han llegado tarde y son insuficientes, si se atiende al comportamiento de los mercados. En este sentido, hay que destacar tambiíén la necesidad de concluir cuanto antes la reforma del sistema financiero.
La prima de riesgo se disparó un 62%
En los mercados secundarios de deuda, los bonos españoles fueron duramente castigados tras conocerse que Grecia recibiría un paquete de ayuda financiera de 110.000 millones. La prima de riesgo de nuestro país se disparó esa semana y registró la mayor subida desde que existe el euro: un 62%.
Esta ganancia se sumaba a la de las dos semanas previas, del 10% y del 23%. Y el 7 de mayo el diferencial marcó sus máximos históricos hasta entonces en los 164 puntos básicos, tras haber rebasado durante la jornada los 1,7 puntos porcentuales. Un nivel que se ha superado despuíés por el empeoramiento de la crisis y el rescate a Irlanda, que llevó la prima de riesgo española a rebasar los 280 puntos básicos (en noviembre de 2010).
De hecho, en la subasta de bonos a cinco años que efectuó el Tesoro el 6 de mayo, el Gobierno tuvo que pedir ayuda a los grandes bancos españoles para asegurarse el íéxito de la emisión, la primera desde que Standard & Poor’s rebajase la calificación de España. "Con la sensibilidad que hay ahora mismo en los mercados hacia España, si no logran cubrir una colocación de bonos habrían provocado un terremoto", aseguraba entonces una fuente a El Confidencial.
Miedo y volatilidad: el Ibex pierde un 14% en cinco días
Por su parte, las bolsas a ambos lados del Atlántico vivieron sesiones de miedo y de volatilidad como consecuencia de la crisis de deuda y tras el pánico que se destó en Wall Street cuando las operaciones de trading automático hundieron el S&P más de un 8% durante la sesión. El temor de los mercados se reflejó en el índice VIX de volatilida, que se disparó un 60%. (
http://www.cotizalia.com/en-exclusiva/indice-miedo-dispara-nueva-20100507.html).
El Ibex 35 perdió entre el 3 y el 7 de mayo casi un 14%, algo más de los que se dejó la semana que terminó el 24 de octubre de 2008. La anterior mayor caída fue el 10 de octubre, cuando el selectivo español acumuló una píérdida semanal superior al 21%. En octubre de 2008 los mercados se habían hundido por la quiebra del gigante de Wall Street Lehman Brothers, la mayor de la historia, a mediados de septiembre. Las caídas vividas desde mayo llevaron al selectivo español a perder los 9.000 puntos en junio.