Iberdrola y RWE interrumpieron el proyecto de fusión que ambas compañías estudiaron a comienzos de año debido a problemas de "gobernanza y de gobiernos", ya que la operación no sólo habría generado malestar entre los actuales accionistas, sino que podría haber provocado el "veto" del Gobierno alemán, según publicó este fin de semana Financial Times.
Fuentes de Iberdrola y de RWE consultadas por Europa Press declinaron hacer comentarios acerca de esta operación, que habría dado origen a una de las principales compañías europeas, con una posición destacada tanto en el Este del continente como en Iberoamíérica.
Las fuentes del diario británico indican que la integración se encontraba "bastante avanzada", pero "no preparada para una decisión de alto nivel". Las reticencias de Iberdrola procedían del previsible agravamiento del conflicto con su principal accionista, ACS, mientras que por parte de RWE había dudas acerca de la anuencia de Berlín.
La agencia Reuters tambiíén publicó el viernes que la operación estuvo cerca de concretarse, pero que se habría abanadonado el pasado mes de febrero. En ese momento, las compañías podrían haber anunciado la operación.
Iberdrola habría tenido el control de la compañía
El veto alemán sería la reacción a un proyecto en el que los accionistas de Iberdrola se garantizarían el control sobre un porcentaje ligeramente superior al 50% del grupo resultante, a pesar de que la operación se iba a presentar como una "fusión entre iguales".
El grupo resultante habría alcanzado un valor cercano a los 60.000 millones de euros y habría tenido como punto de partida no sólo el encaje geográfico de Iberdrola y RWE, sino tambiíén su compatibilidad en fuentes de generación. Las dos empresas trabajan con fuentes renovables, nuclear y de hidrocarburos.
En todo caso, la entrada en el capital de Iberdrola en marzo de Qatar Holdings, la adquisición por parte de la elíéctrica española de Elektro en Brasil y la absorción de su filial de renovables han alejado la posibilidad de que vuelva a plantearse esta fusión.
El propio presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, aseguró la semana pasada que su compañía no tiene ahora previsto realizar nuevas adquisiciones.