La analista de cabecera de Wall Street, Meredith Whitney, vuelve a hacer previsiones sobre la marcha de la recuperación de Estados Unidos. Desde su punto de vista, la locomotora del mundo sufre un cambio de modelo, donde a partir de ahora, las commodities y la agricultura pasarán a impulsar a la todavía economía más grande del mundo. De hecho, los estados del centro-oeste del país se convertirán en los más beneficiados, al menos así lo confirmó en el REthink Symposium, organizado por el grupo HousingWire.
Desde su punto de vista, la parte central del país no sufrió una gran subida en los precios de la vivienda que se registró en las regiones costeras, por lo que han lidiado mejor con el fin de la burbuja inmobiliaria. Además, los estados del Medio Oeste han mantenido sus balances fiscales a raya y, por eso, ahora su economía crece a medida que la agroindustria comienza a despegar.
Sin embargo, Whitney volvió a mostrar su preocupación por las cuentas de muchos otros gobiernos estatales y locales como California, Florida o Nevada, en un momento en que los precios de la vivienda todavía no han tocado fondo y la tasa de paro de EEUU se sitúa en el 9 por ciento. "Desde 1994 hasta el punto álgido de la burbuja inmobiliaria se crearon más 8 billones de dólares en hipotecas y se generaron más de 18 millones de nuevos propietarios" señaló para justificar su temor.
El apalancamiento del consumidor
El efecto de esos 8 billones ha tenido unas consecuencias descomunales. "Han servido para proporcionar hogar a millones de personas, generar empleos en la construcción, en los servicios financieros, en el sector de logística, a nivel gubernamental... y la lista sigue y sigue", explicó.
Durante dicho periodo, el consumidor estadounidense acumuló un apalancamiento sin precedentes y, ahora, los consumidores están pagando las consecuencias y devolviendo sus deudas. Aún así, el problema vital es que los precios de la vivienda, dijo, seguirán cayendo, al igual que el nivel de propietarios. "Esperamos una caída de entre el 7% y el 8% en los precios durante los próximos 15 meses ", afirmó Whitney.
Para esta experta, los fondos de estímulo han ayudado económicamente a los estados en las regiones costeras para amortiguar el azote inmobiliario. Pero esta fuente de financiamiento finalizará el próximo mes de junio con la espiración de las medidas de estímulo de la Reserva Federal. A partir de entonces, la única opción será la de reducir el gasto y aumentar los impuestos, sin embargo esto tendría grandes consecuencias a nivel económico ya que el gasto estatal supone el 12% del PIB de EEUU.
Whitney tambiíén destacó que los gobiernos estatales y locales son los mayores generadores de empleo en el país ya que su base de trabajadores ha crecido un 314% desde 1955, más del doble que la tasa del sector privado. Sin embargo, aventuró que en los próximos meses podrían eliminarse hasta 2 millones de puestos de trabajo en los gobiernos locales y estatales lo que podría tener un enorme impacto en la economía estadounidense.