13/05/2011 06:00h
ACS empezó ayer a ejercer como accionista mayoritario de Hochtief. Por una parte, provocó la dimisión de cuatro consejeros –la mitad del órgano de gobierno- que se habían opuesto a la Oferta Pública de Adquisición lanzada por el grupo español. Por otra parte, aprobó un aumento del dividendo del 33%, un incremento nunca visto en la sociedad germana, con el que financiará parte de su inversión, y pese al profit warning -rebaja de beneficios- del grupo alemán.
La junta general de accionistas celebrada en la ciudad de Essen sirvió para comprobar quien es el nuevo dueño de la constructora alemana. ACS puso en valor su 43% del capital –hace un año tenía el 27%- para aprobar un cambio radical en el consejo de administración, que raudo y veloz autorizó elevar la retribución al accionista desde los 1,50 hasta los 2 euros por título.
Una subida del 33% que supera muy de lejos las mejoras del 7% de los ejercicios 2009 y 2008 y que tambiíén sobrepasa el 22% que se incrementó el dividendo en 2007. Una maniobra que permitirá a ACS meterse al bolsillo unos 66,22 millones de euros, una cifra que casi iguala los 72 que percibió el pasado por la puesta en equivalencia del beneficio del grupo. A partir de 2011, se apuntará ambos epígrafes, según indican fuentes financieras. ACS no ha respondido a las llamadas de este medio para explicar cómo contabilizará a partir de ahora su participación.
A esas cifras podría sumarse algún dividendo extraordinario si Florentino Píérez consigue llevar a cabo en Hochtief la misma estrategia corporativa que en ACS. El nuevo consejero delegado del grupo alemán –ayer se hizo efectiva la dimisión del anterior, así como la del director financiero y el responsable de concesiones- anunció que espera llevar a cabo varias ventas de filiales entre 2011 y 2012.
La más urgente será la de la división de autopistas y otras concesiones, que ya intentó el pasado año sin íéxito. Despuíés, la compañía espera desprenderse del 50% de su negocio inmobiliario. Ambas operaciones, de concretarse, le permitirá mejorar su cuenta de resultados tras la advertencia llevada a cabo en abril en relación a una caída sustancial de sus beneficios. La nueva dirección confirmó que el beneficio antes de impuestos será la mitad del obtenido en 2010, mientras que la cartera de obras tambiíén caerá y las ventas alcanzarán cifras similares.
Los pasos a seguir son similares a los que ha dado ACS en los últimos años para centrarse en Iberdrola. En 2010 consiguió vender un 15% de Abertis y su filial de puertos, operaciones con las que obtuvo ingresos adicionales de 2.500 millones. Una cantidad que fue invertida en incrementar hasta el 20% su participación en la elíéctrica. En 2011 ha acordado la desinversión de su actividad de servicios y medio ambiente, Clece, por 600 millones, con un beneficio bruto de 250 millones.
Así lo explicó ayer por la tarde en una reunión con analistas íngel García Altozano, el director general de desarrollo corporativo de ACS, que tambiíén adelantó que espera cerrar hasta del 30 de junio la venta de algunos de sus paquetes de energías renovables. “Los de energía solar están en fase avanzadaâ€, dijo el directivo del holding, quien tambiíén insistió en su pretensión de llegar al 50% de Hochtief antes del verano.
ACS entró en el grupo alemán en 2007 con la compra del 25% del capital a 75 euros por título. Despuíés tomó otro 5% mediante la ejecución de un producto derivado similar al que tiene con Natixis en Iberdrola a 83 euros. En total, invirtió 1.551,5 millones. De esa cantidad, BBVA le aportó 948 millones mediante un príéstamo y una línea de críédito. De la primera parte de la financiación -632 millones-, ACS ha amortizado 87 millones entre 2009 y 2010
