La volatilidad que están sufriendo los mercados en el último año no sólo ha provocado un dilema en los pequeños inversores, que se han encontrado con grandes dificultades a la hora de decidir quíé estrategia de inversión elegir. Tambiíén ha afectado a los grandes patrimonios. Según el Informe anual de 2010 publicado esta semana por la CNMV, las sociedades de inversión de capital variable (sicavs) invirtieron en 2010 3.675 millones de euros en depósitos de entidades de críédito nacionales.
La cifra supone un 125% más que en 2009 y un 14,59% del total de su cartera financiera, frente al 6,57% que suponían en 2009, cuando los mercados vivieron uno de los mayores rallies de su historia.
De este modo, los grandes patrimonios se sumaron a la misma tendencia protagonizada por los inversores de a pie. Según los últimos datos del Informe de Ahorro Financiero, los españoles aumentaron su ahorro en depósitos en 2 puntos porcentuales, hasta suponer el 49% del ahorro financiero. La combinación de desaceleración económica (el año pasado se habló incluso de un periodo deflacionista) y de una crisis de deuda de la periferia europea no fue el mejor cóctel para tratar de obtener rentabilidad asumiendo el menor riesgo posible. Ante esta falta de alternativas rentables y poco arriesgadas, los inversores, incluso los de mayor patrimonio, optaron por sacar partido de la falta de liquidez de las entidades financieras y su consiguiente oferta de depósitos con altos intereses. Como ejemplo, una de las grandes sociedades que más aumentó su apuesta por estos productos fue Morinvest. La sicav de Alicia Koplowitz incrementó sólo en el segundo semestre del año de 124 a 149 los millones de euros en depósitos.
Multiplicar los tipos por cuatro
No es de extrañar que incluso las grandes fortunas españolas se decantaran por destinar tan alta proporción de su cartera a estos productos de ahorro si se tiene en cuenta que tanto las cajas de ahorro como los bancos recurrieron a la guerra del depósito para conseguir captar la financiación que no lograban en el mercado primario. De hecho, no son pocas las entidades que incluso aún hoy ofrecen rentabilidades que multiplican por cuatro los tipos de interíés, la mayoría de ellas inmersas en un proceso de reestructuración. Un grupo al que ahora se ha unido La Caixa, que ha lanzado un depósito que ofrece un 4% de rentabilidad a doce meses.
Pero en esta guerra, no sólo los depósitos desempeñaron un papel protagonista. Tambiíén los fondos de inversión, sobre todo los monetarios, eternos enemigos de los depósitos, se vieron involucrados. Y el resultado no fue demasiado positivo. El espectacular incremento del dinero en depósitos contrasta con la caída experimentada por los fondos de inversión españoles. Si en 2009 las sicavs tenían invertidos 1.091 millones de euros en estos productos, ahora la cifra se ha reducido hasta los 758 millones de euros, un 30% menos. Eso sí, parece que buena parte de ese dinero puede haberse quedado en la industria de fondos, aunque sólo en los productos gestionados por firmas foráneas, ya que el capital invertido en fondos de inversión extranjeros creció un 47%.
Pero sin duda, si hubo un mercado del que huyeron los grandes patrimonios españoles que utilizan la sicav como vehículo de inversión fue del mercado de deuda. Y no sólo española sino tambiíén extranjera. Bastan unos datos para entender el porquíé: en sólo un año, la Unión Europea ha tenido que salir al rescate de Grecia, Irlanda y Portugal y la rentabilidad de sus bonos a diez años, que sube cuando cae el precio ha marcado cifras históricas. La reacción de los inversores fue clara: deshacer posiciones en renta fija. Los activos invertidos sólo en la española pasaron de 7.400 a 5.435 millones de euros, lo que supone que sólo 21 de cada 100 euros estuvieron invertidos en deuda española, frente a los 44 de hace tan sólo tres años. Estos inversores no sólo desconfiaron de la emisiones made in Spain, ya que la cantidad de activos en renta fija exterior cayó un 21,7%.
Balance positivo
En todo caso, el carácter extremadamente defensivo que adoptaron las carteras de las sicavs parece que les dio un buen resultado. Su patrimonio creció un 0,9% debido, según explica el informe, a "la fuerte revalorización de la cartera, ya que las sicavs registraron fuertes reembolsos netos", frente a la caída del 15% experimentada por los fondos de inversión. Así, de las 3.000 sociedades de inversión españolas, el 64% consiguió cerrar 2010 con ganancias, según Morningstar.