La sombra de una quita en la maltrecha deuda pública griega planea cada vez más cerca de la banca europea. Al margen de la propia banca griega, la alemana y la francesa son las más expuestas. Los expertos apuntan a que el impacto en su capital podría alcanzar hasta 41.000 millones y advierten del peligro de que la rendición griega provoque un cierre de los mercados con graves consecuencias en toda la banca y, en especial, en Irlanda y Portugal.
Grecia vive en vilo a la espera de saber si la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) accederán a conceder un nuevo tramo de ayuda con el que evitar la suspensión de pagos. En las últimas semanas, han exigido a Atenas nuevos ajustes y medidas que impulsen sus ingresos, entre las que destaca un amplio programa de privatizaciones destinado a recabar 50.000 millones de euros. El Banco Central Europeo advirtió el sábado que este plan aún debe ser "más ambicioso". Todo con tal de propiciar que Grecia sea capaz de financiarse en el mercado por sí misma en 2012, un escenario al que los inversores conceden ya prácticamente ninguna probabilidad.
El ministro de finanzas griego, Yorgos Papaconstantínu, mostró ayer su confianza en que la UE y el FMI aprueben nuevos tramos de ayudas. En el sector financiero, no obstante, ya se da por descontado que Grecia deberá aplicar tarde o temprano una quita de su deuda. Andrew Bosomworth, gestor de Pimco, uno de los grandes fondos de renta fija del mundo, reconoció hace unos días en París que "una suspensión de pagos de Grecia no es deseable, pero puede resultar inevitable". Una opinión que comparte el 85% de los 1.263 inversores que participaron en una encuesta reciente realizada por Bloomberg.
Las únicas dudas son, pues, las consecuencias que tendrá esta medida y el momento en que se producirá. Pero, sobre todo, el impacto para los que serían los principales afectados, la banca europea, principal tenedora de la deuda pública griega. Según ha advertido el BCE, una quita de la deuda helena tendría un efecto comparable a la quiebra de Lehman, cuya sola mención hace temblar a los mercados de capitales.
Los informes de firmas internacionales consultadas por este diario coinciden en que, en tíérminos generales, las entidades de críédito del continente resistirían la merma ocasionada por los títulos de renta fija helenos en su balance. Pero hay una excepción evidente: para las firmas de Grecia y Chipre la suspensión de pagos supondría un durísimo varapalo. Más allá, son los bancos de Alemania, Francia y el Benelux los que registrarían un mayor impacto en caso de impagos, sin contar con el efecto contagio a escala europea.
Goldman Sachs cifra en 101.000 millones la exposición de la banca del continente a la deuda pública griega. De esta cantidad, 60.200 millones corresponden a entidades griegas y chipriotas, otros 18.700 millones a grupos germanos, 9.600 millones más a firmas francesas y 6.600 millones adicionales a las del Benelux.
El banco de inversión estadounidense ha calculado que una depreciación de la deuda de entre el 20% y el 60% tendría un impacto de entre 13.000 y 41.000 millones sobre la base de capital de las entidades. Es decir, consumiría entre uno y tres puntos porcentuales de Tier 1.
La casa de análisis Keefe, Bruyette & Woods (KBW) cifra en 75.053 millones la exposición de la banca regional a los títulos griegos y, bajo una quita del 50%, el impacto sería de 28.145 millones netos. El informe de KBW, publicado esta semana, reconoce que "más allá de los bancos griegos, las píérdidas son bastante asumibles y deberían traducirse más en una interrupción de ganancias que en una amenaza real para el capital". Los grandes grupos más expuestos son BNP Paribas (5.000 millones) y Dexia (3.500). Pero en relación a su tamaño destacan las situaciones de los germanos Postbank (1.300 millones), Commerzbank (3.000), Landesbank BW (1.400) y DZ Bank (1.200). La agencia de calificación financiera Fitch tambiíén apuntaba recientemente que el impacto de una quita sería "manejable" para la banca alemana, aunque insistía en las graves consecuencias que esta situación generaría en el conjunto del mercado.
El contagio, principal amenaza
De hecho, la gran preocupación que despierta una quita de la deuda pública griega va más allá del impacto directo en el capital de los bancos tenedores y se centra en el peligro de que Grecia sea el detonante que vuelva a cerrar a cal y canto los mercados de capitales. Irlanda (con un sector financiero sobredimensionado) y Portugal serían las siguientes fichas de un dominó que siempre golpea sobre la banca. Goldman estima que las entidades germanas cuentan con bonos irlandeses valorados en 13.000 millones y títulos portugueses por otros 11.400 millones. Desde Citi, puntualizan además la importancia de cómo hayan contabilizado los bancos su cartera de bonos, si como disponible para la venta o si a vencimiento, una fórmula que ha crecido con el estallido de la crisis y donde el impacto de los impagos podría resultar menor.
Exposición testimonial de las firmas españolas
Las entidades de críédito españolas tienen una cantidad testimonial de deuda pública griega. Los principales bancos y cajas del país apenas suman juntos 500 millones de euros.
De acuerdo con la información recopilada por Goldman Sachs, la entidad con más títulos es Santander. El grupo acumularía unos 200 millones en bonos helenos y sería la trigíésimo quinta entidad del continente con mayor exposición. Le sigue BBVA, que ocupa el puesto 40 con 100 millones, y Bankia con otros 100 millones en el puesto 45 del ranking.
Las entidades nacionales tienen una exposición igualmente irrisoria a la deuda irlandesa: suman 100 millones. En cambio, los bancos españoles son el cuarto tenedor de bonos portugueses con títulos por 3.800 millones. Le superan las propias entidades lusas (algunas de ellas filiales de firmas españolas, con 13.400 millones de euros), las alemanas y las del Benelux.
Las cifras
500 millones de euros en títulos griegos tienen juntas las principales entidades españolas.
60% de la deuda pública griega en manos de bancos está repartida entre entidades helenas.
13.000 millones de euros sería el impacto en el capital de la banca europea de una quita en la deuda griega del 20%, según Goldman .