Colonial demanda una indemnización de 696 millones de euros al expresidente de la inmobiliaria, Luis Portillo, por la compra de Riofisa.
Los representantes legales de Colonial y Portillo acudieron ayer al juzgado por la demanda interpuesta por la compañía contra el empresario sevillano, en atención a los acuerdos adoptados por la junta general de accionistas de Colonial en el año 2009.
En la vista preliminar celebrada ayer se dio a conocer la cifra que Colonial demanda como indemnización a su expresidente, por entender que el precio de compra de Riofisa estaba inflado. Además, la compañía, según fuentes que acudieron al juzgado, ha solicitado al juez una "valoración neutral" de aquella operación. Las mismas fuentes informaron que los abogados de Portillo han requerido el acuerdo de refinanciación de 4.900 millones firmado en febrero de 2010 por Colonial.
Luis Portillo acordó la compra de Riofisa, especializada en la edificación y administración de centros comerciales, en enero de 2007, por 2.000 millones. En 2006 Portillo había lanzado una opa sobre Colonial desde Inmocaral y adquirido el 15% de FCC por 1.500 millones.
Tras esas operaciones, y coincidiendo con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, Colonial llegó a sumar una deuda superior a los 8.000 millones. Luis Portillo abandonó Colonial a finales de 2007, tras varios intentos infructuosos de vender la compañía a distintos fondos. Tras la salida de Portillo y otros accionistas los bancos acreedores tomaron la mayoría del capital. Juan Josíé Brugera y Pere Viñolas, anteriores gestores de Colonial, volvieron a tomar las riendas de la inmobiliaria, de nuevo bajo el paraguas de La Caixa.
En febrero de 2010, Colonial logró refinanciar su deuda y esquivar el que podría haber sido uno de los mayores concursos en España. La familia Losantos, que vendió Riofisa a Portillo, escapó del estallido de la burbuja inmobiliaria española y destinó sus inversiones a empresas cotizadas de Estados Unidos.