Tras meses continuados de buenos resultados, el mes de mayo rompió la recuperación del sector del automóvil en Estados Unidos y los principales fabricantes sufrieron caídas de sus ventas, especialmente Toyota, por los elevados precios de la gasolina y los efectos del terremoto de Japón.
El más afectado por la súbita desaparición de compradores en los concesionarios fue el fabricante japoníés Toyota, que terminó ese mes con una caída de la demanda del 33,4 %.
Toyota, que hace poco menos de dos años amenazaba la hegemonía de General Motors (GM) en el mercado estadounidense, vio en mayo cómo de sus concesionarios solo salían 108.387 vehículos, menos de la mitad de los movidos por los concesionarios de GM.
La firma nipona achacó lo resultados a los efectos del terremoto y el tsunami que asolaron la zona noroeste de Japón en marzo y que provocaron grandes daños a los proveedores de componentes del automóvil.
“Como esperábamos, mayo fue un mes especialmente difícil debido principalmente a las incertidumbres sobre nuestras previsiones de producción†dijo a travíés de un comunicado Bob Carter, vicepresidente de la división Toyota de Toyota Motor Sales (TMS).
“Empezando este mes, la producción en Japón volverá al 90 % de sus niveles normales y 8 de los 12 vehículos producidos en Norteamíérica estarán al 100 %. Con más vehículos en nuestros concesionarios y mejores programas de apoyo, somos optimistas que nuestras previsiones de ventas seguirán mejorandoâ€, añadió Carter.
GM y Ford tambiíén experimentaron caídas en su demanda durante mayo, aunque las píérdidas fueron menores y los dos fabricantes estadounidenses señalaron los elevados precios en los surtidores como la principal razón para la timidez de los consumidores a la hora de abrir sus carteras.
En el caso de GM, las ventas se redujeron en un 1,2% tras totalizar 221.192 vehículos. Por su parte Ford cayó un 0,1% y vendió 192.102 vehículos.
“Los consumidores están solicitando cada vez más productos nuevos que proporcionan una significante economía de consumoâ€, dijo el vicepresidente de Ventas de Ford, Ken Czubay.
En tíérminos similares se expresó Don Johnson, vicepresidente de Ventas en Estados Unidos de GM: “Prevemos que los precios de la gasolina seguirán siendo volátiles y estamos preparados para seguir cumpliendo las necesidades de un mercado en permanente cambioâ€.
El cuarto fabricante en el mercado estadounidense, el Grupo Chrysler, tuvo un mejor resultado. La empresa dijo que sus cuatro marcas (Chrysler, Jeep, Dodge y RAM) colocaron en mayo un total de 115.363 vehículos, un 10 % más y, sorprendentemente, más que Toyota.
Los buenos resultados del grupo estuvieron propulsados por la marca especializada en todoterrenos Jeep, cuyas ventas se dispararon un 55% y alcanzaron 35.573 unidades. En el otro extremo, las ventas de la marca Chrysler cayeron un 21% y se situaron en 16.364 unidades.
Dodge y RAM tambiíén perdieron clientes, un 5 % y un 1 %, respectivamente, con la venta de 40.200 y 21.467 vehículos.
“El Grupo Chrysler reportó su decimocuarto mes consecutivo de ganancias de ventas, lo que confirma que nuestros modelos de 2011 siguen resonando con los consumidoresâ€, dijo Fred Diaz, el principal ejecutivo de Ventas de la empresa.
Entre los fabricantes japoneses, Honda perdió un 22,5 % de sus ventas, con una demanda total de 90.773 vehículos, y tambiíén dijo que sus resultados estuvieron afectados por las consecuencias del terremoto y el tsunami de Japón.
En el caso de Nissan, la caída de las ventas fue de un 9 %, para situar sus cifras totales en el mes en 76.148 vehículos. De estos automóviles, 1.142 fueron del modelo Nissan Leaf, el vehículo elíéctrico de la empresa nipona y cuyas ventas se iniciaron en diciembre de 2010.
Pero si los principales fabricantes estadounidenses y japoneses sufrieron en mayo, las dos empresas coreanas, Hyundai y Kia, volvieron a sobresalir.
Hyundai alcanzó su mejor mes de mayo en ventas, con 59.214 unidades vendidas, un aumento del 21 %. Y Kia se disparó un 53,4 %, con la demanda de 48.212 unidades