Gas Natural y Sonatrach han firmado la paz. La primera pagará 1.310 millones de euros por la diferencia de los precios del gas que la empresa argelina le ha suministrado desde 2007 y, como parte del pago, esta entrará en el capital de la empresa española con un 5%. Los acuerdos de Argel tienen una deriva industrial, con la posibilidad de que ambas participen y desarrollen proyectos en común.
Tras varias semanas a punto de caramelo, el esperado acuerdo entre Gas Natural Fenosa y Sonatrach llegó ayer por la tarde de la mano de sus respectivos presidentes, Salvador Gabarró y Nordine Cherouati. El pacto, sellado en Argel, pone fin a 10 meses de conflicto abierto, desencadenado en agosto pasado por el laudo arbitral que obligaba a la compañía española a compensar a Sonatrach por las diferencias de precios de los contratos del gas que le suministró entre los años 2007 y 2009. Según la información proporcionada únicamente por Gas Natural, el laudo se traducía en un incremento de los precios de hasta el 30%, que la obligaba a desembolsar a la argelina 1.500 millones de euros.
El conflicto se ha resuelto finalmente con un pacto global que incluye tanto la diferencia de precios aplicable a los contratos de suministro afectados por el laudo (de 2007 a 2009), como a los del periodo comprendido entre enero de 2010 y mayo de 2011. En total, la compañía pagará 1.897 millones de dólares, 1.310 millones de euros. Este pago "no tendrá impacto en la cuenta de resultados", según indicó Gas Natural en un hecho relevante remitido tras el acuerdo a la CNMV. Y es que esta cantidad, como recuerdan fuentes de la compañía, se había ido provisionando en las cuentas desde 2007. Con todo, la dotación sigue sin desvelarse.
Además del pacto de precios, las partes firmaron ayer otros acuerdos con el objetivo "de establecer las bases para una colaboración futura entre ambas compañías y sus respectivos grupos", añade la nota. Estos hacen referencia, aunque no se concretan, a la compra por parte de Sonatrach de un paquete minoritario del capital de Gas Natural, cuyo control ejercen La Caixa, (con un 36%) y Repsol (el 30%), así como a la participación de la gasística en "diversos proyectos" de la argelina y en "el desarrollo conjunto de otras oportunidades de negocio".
Según fuentes empresariales, la participación de Sonatrach en el capital de Gas Natural será de en torno al 5% y se materializará a travíés de una ampliación de capital. Estas acciones formarían parte del pago de los 1.300 millones que cobrará el grupo argelino. Las mismas fuentes aseguran que con toda probabilidad Repsol acudirá a dicha ampliación para evitar la dilución y que su participación baje del 30%.
Por otra parte, se descarta que Sonatrach, que tambiíén tiene un 2% de del capital de EDP y un 25% de todos los ciclos combinados del grupo portuguíés en la península Ibíérica, vaya a tener representación en el consejo de Gas Natural.
El acuerdo ha sido fruto de una larga y trabajosa negociación, que ha llevado a los ejecutivos de la compañía a realizar numerosos viajes a Argelia en el último año.
Tras la firma del acuerdo, Salvador Gabarró destacó "lo positivo que es para la compañía haber alcanzado con Sonatrach este entendimiento", pues "permitirá garantizar un marco estable de relación con el que es un histórico suministrador para el grupo energíético, además del más importante". Según sus palabras, "con diálogo, respeto y paciencia hemos resuelto, de forma favorable para ambas partes, un conflicto importante, por lo que podemos darnos por satisfechos y felicitarnos".
Por su parte, para el máximo ejecutivo de Sonatrach, "este acuerdo pone fin a las diferencias entre las dos empresas en relación a los actuales contratos de gas y al mismo tiempo establece una cooperación entre ambas en nuevas áreas, en un contexto económico mundial que favorece este tipo de asociaciones".
Los acuerdos están sujetos a la aprobación de los respectivos consejos de administración y, en su momento, de las autorizaciones administrativas correspondientes.
Una cruzada que se inició en 2005
El laudo que en agosto de 2010 ponía fin a varios años de negociaciones (estas comenzaron en 2005) y pleitos entre Gas Natural y Sonatrach a cuenta del precio de los importantes contratos de suministro que ambas mantienen ha alterado por completo la agenda de los ejecutivos de la empresa española en el último año.
El fallo, muy negativo para la gasística, tenía dos consecuencias: por un lado, un incremento del 30% de los precios del combustible suministrado entre 2007 y 2009, que Gas Natural valoró en 1.500 millones, y, por otro, la modificación de la base para determinar los precios a futuro, que la compañía nunca cuantificó públicamente, y que suponía un nuevo revíés.
La estrategia del equipo directivo fue la de ganar tiempo para lograr un acuerdo más amplio, a pesar de que el laudo era firme. Y esto lo consiguió gracias a que, a finales del año pasado, la compañía logró su impugnación en el Tribunal Federal suizo, que ha aceptado mantener durante todo este tiempo la suspensión cautelar a petición de las partes, que se habían fijado el mes de junio como plazo para un pacto. El consejero delegado, Rafael Villaseca, y el presidente, Salvador Gabarró, han recibido el respaldo de los accionistas de referencia, Repsol y La Caixa, con un 66%, en su larga cruzada.
Dividendo
El 96,39% de los accionistas de Gas Natural Fenosa han optado por cobrar el dividendo en forma de acciones, mientras que el 3,61% restante se ha decantado por los derechos de asignación gratuita. Según ha comunicado la compañía energíética a la CNMV, se han repartido 31,73 millones de acciones que corresponden a la ampliación de capital de la compañía y equivalen al 3,33% del capital social. Solo un 3,61% ha optado por los derechos de asignación gratuita, según la información remitida a la CNMV. Está previsto que las nuevas acciones empiecen a cotizar el 28 de junio.