El país que ha transformado en un arte el plagio de productos ajenos quiere ahora reproducir casa a casa y calle a calle parte de la pintoresca villa austríaca de Hallstatt, ubicada a la orilla de un lago que, por su puesto, tambiíén será copiado.
El diario vieníés Die Presse asegura que la compañía metalúrgica china Minmetals trabaja en un proyecto inmobiliario en la rica provincia de Guangdong, que tiene como base una reproducción de este pueblo de apenas 1.000 habitantes.
En la propia página web de la empresa china, se describe el proyecto como "un sofisticado residencial basado en el estilo europeo. La calle comercial representa una característica localidad en Austria".
Según Die Presse, arquitectos e ingenieros chinos visitan desde hace años Hallstatt para levantar planos y apuntar detalles de cada rincón de este pueblo, que desde 1999 ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad.
La plaza del mercado y las casas que la rodean, la iglesia evangíélica de 1863, un hotel, varios edificios emblemáticos e incluso el lago, aunque no a escala, estarán en el centro de un complejo de viviendas y centros comerciales y de ocio que ocuparán un millón de metros cuadrados en la ciudad de Huizhou.
Los habitantes de Hallstatt han reaccionado entre la sorpresa, la indignación y la alegría a la noticia de que su pueblo tendrá copia china.
"No vamos a permitir que simplemente imiten nuestro pueblo", ha declarado el alcalde Alexander Scheutz, quien asegura que tenía noticias de que la empresa china quería construir casas al estilo de Hallstatt pero no una reproducción exacta del pueblo.
Más optimista es Pamela Binder, gerente de la oficina de turismo de la región donde está Hallstatt, y que ha calificado la noticia como "un regalo" y una "estupenda publicidad".
Eso sí, para que no se diga que los chinos sólo copian, las casas del Hallstatt asiático tendrán las ventanas más grandes, algo que a los vecinos del original no les permiten modificar para no alterar estos edificios protegidos.