EL ZORRO DESVELA EL GRAN SECRETO
Amberes, mes de Septiembre, en una tienda de piedras semipreciosas:
- Zorro: ¿Xavier?
- Xavier: Si.
- Zorro: Soy Zorro, de los Bosques de.....
- Xavier: ¡Lo se!, ¡hace meses que espero tu llegada!.
El Zorro notó que una intensa y extraña sensación recorría su cuerpo. ¿Quiíén era aquel Xavier?. ¿Por quíé lo estaba esperando?. ¿Cuál sería la clave de aquel misterio?.
El raposo presentía que estaba cerca, muy cerca, del final.
Xavier invitó al Zorro a sentarse.
- Xavier: Hace meses tuve un sueño que se repetía una y otra vez: “Un Zorro español entraba en esta tienda y me preguntaba por el significado de un sueño que había tenido meses atrás...“
El Zorro no salía de su asombro y escuchaba muy atentamente. ¡Con todos sus sentidos!:
- Zorro: ¿Y quíé le dijiste?
- Xavier: “Cambia la X por una J, vuelve a España y en los sótanos del nº 518 de la calle Alcalá de la capital, encontraras lo que andas buscandoâ€.
El Zorro le dio las gracias a Xavier y se despidió prometiíéndole que lo tendría informado de lo que hallara en España.
En pocos minutos el autobús partió para Bruselas con el Zorro y el resto de los turistas en su interior.
Días despuíés, de vuelta en los Bosques de España, el Zorro le pidió a su amigo el Lince que lo acompañara en su aventura madrileña.
Los dos partieron en horas rumbo a la capital. Buscaron un buen y cíéntrico Hotel y despuíés de instalarse se acercaron al nº 518 de la calle Alcalá:
- Lince: Es este Zorro, este es el nº 518 de la calle Alcalá.
- Zorro: Si viejo amigo. Estudiemos el terreno.
Los dos camaradas del Bosque buscaban como burlar el control del guardia de seguridad de la entrada.
Llevaban unos 20 minutos planificando una estrategia, cuando unos periodistas entraron y se sometieron al control de seguridad distrayendo al guardia. ¡Aquíél era el momento esperado!, ¡y no lo dejaron escapar!, colándose y bajando hacia el sótano por una poco elegante escalera.
El Lince y el Zorro fueron bajando sus interminables peldaños, hasta que dieron con una gran puerta de acero:
- Lince: ¡Esto no lo podremos superar, Zorro.!
El Zorro oía las palabras de su viejo amigo y casi convencido de que todo era inútil, accionó la manilla de aquella puerta inexpugnable y .....................¡eureka!, ¡la puerta se abrió fácilmente!.
- Zorro: ¡Quíé pronto te das por vencido!. Venga, vamos y no seas tan negativo.
- Lince: ¡Quíé suerte tienes, pero que suerte tienes!
Los dos pillos del Bosque por fin llegaron al final del recorrido. Notaron mucha calor en sus caras:
- Lince: Debemos estar por lo menos en el infierno, viejo amigo.
- Zorro: ¡Tan lejos no creo!, pero cerca de algo muy caliente desde luego que si.
Al fondo vieron una especie de caldera encendida, infinidad de botellas de acero con Oxígeno e Hidrógeno y a un humano trabajando en camiseta, sudoroso e impaciente:
- Zorro: ¡Si es...............!
- Lince: ¿Quiíén Zorro...?
- Zorro: ¡Javier Tallada!, ¡el de Avánzit!.
El Zorro comenzaba a ensamblar las piezas de aquel puzzle: VI, RE = ER, cambiar la X por la J: ¡JA-VI-ER!.
- Lince. ¿Y quíé estará haciendo
- Zorro: No se. ¡Vamos a averiguarlo!.
El Zorro y el Lince se acercaron, Javier detectó enseguida su presencia y les preguntó:
- Javier: ¡Por fin!. ¿Sois el relevo, no?
El Lince estuvo a punto de negarlo, pero un oportuno codazo de su amigo lo impidió:
- Zorro: Si, si, claro, claro, Javier. ¿Quíé hay que hacer?
- Javier: Pues nada, vigilar esto y si veis que baja está aguja, cambiáis la bombona de Hidrógeno, si aún así no tira, meterle un poco más de Oxígeno. ¡Es muy fácil!.
-Lince: ¿Y íésta palanquita verde?
- Javier: ¡No toques!, ¡no toques!, por favor Lince. Eso es para cuando subamos la acción a 7´ 50 euros, bajamos la palanca y colocamos 2 millones de acciones en el mercado instantáneamente..
- Zorro: ¿Y la roja?
- Javier: ¡No tocarla tampoco!. Es para cuando saquemos a Bolsa lo de Telson, la llamamos “La Empapeladoraâ€, y puede colocar hasta 10 millones de acciones.
- Lince: ¡ Quíé bárbaro, lo teníéis todo pensado!.
- Javier: La verdad es que si. ¡Y todo con tecnología propia!.
- Zorro: Bueno, a ver si sabemos, pero..., ¿para quíé tanta bombona de Hidrógeno y Oxígeno?.
- Javier: El Hidrógeno es limpio, arde muy bien y calienta de maravilla los valores, no dejando residuo bursátil alguno. ¡Es la energía del futuro!. El Oxígeno nos permite aumentar la ignición a voluntad, aparte de su gran efectividad cuando el valor se queda sin aire.
- Lince: Yo siempre pensíé que el tema industrial era más complejo y ahora al ver esto.....
- Javier: ¡Esto es el alma de la empresa!. ¡El Gran Secreto de Avánzit!.
- Lince: ¿Y todo eso de Telson, Navento, etc, etc.?
- Javier: Bah, bah, bah, Lince, eso es puro marketing, distracciones para los incautos. Hoy en día el verdadero negocio de la empresa es la compra y venta de acciones propias. ¡Con eso solo nos forramos!, lo de Telefónica y los contratos en el extranjero vienen bien para pagar la luz y a los empleados.
Aquí abajo decidimos cuando darle Hidrógeno al tema bursátil y cuando cortarle el Oxígeno.
Subimos la acción un par de euros, o la bajamos. Como los comunicados a la CNMV llegan al público días despuíés, pues jugamos con ese margen de ventaja.
Bueno, vuelvo dentro de un par de horas, voy a dar una rueda de prensa y tomarme unas birras, que aquí hace un calor de mil demonios.
- Zorro: Vale Javier, hasta entonces.
- Lince: Hasta luego Javier.
Lo dos habitantes del Bosque inspeccionaron todo minuciosamente, siempre procurando que aquello no explotase.
El Zorro confirmó algo que ya sabía. Por su parte, el Lince no salía de su asombro al ver, con sus propios ojos, los entresijos del mundo financiero.
-Zorro: ¿Quíé, te convences?.
Lince: Si Zorro, si, ¡quíé remedio!.
Aquel sería un día inolvidable en la apasionante vida de los dos amigos. El Zorro había desvelado el significado de su inquietante sueño y el Lince había descubierto el Gran Secreto de la Bolsa.
Reservados todos los derechos.