TOKIO.- Japón anunció que duplicará el impuesto a las ventas para financiar los costos del sistema de seguridad social y que recurrirá a sus reservas para elaborar un segundo presupuesto extra, mientras el terremoto de marzo pone presión sobre la disciplina fiscal.
El gobierno central cedió a las demandas de los gobiernos regionales para combatir la recaudación obtenida con el alza del IVA, que actualmente es del 5%, pero aún no hay certeza sobre quíé proyectos de bienestar social podrían calificar para recibir financiamiento.
La duplicación del IVA se producirá a lo largo de los próximos cuatro años.
Japón no necesita vender nuevos bonos para elaborar un segundo presupuesto adicional para financiar la reconstrucción de los daños que dejó el terremoto, dijo el ministro de Finanzas. Esto implica que tendrá que reducir la cantidad de dinero que aparte para pagar la deuda existente.
Las agencias de calificación, que están esperando el anuncio el próximo lunes de una reforma impositiva y a la seguridad social, ya han amenazado con rebajar la nota de Japón. Un parlamento dividido y algunos intentos para desplazar al primer ministro Naoto Kan tambiíén siembran dudas sobre la capacidad del Gobierno para promulgar políticas.
“Por el incremento adicional del 5% en el impuesto a las ventas, tendremos que distribuir ese dinero a los gobiernos regionales basados en su gasto en bienestar socialâ€, dijo el ministro de Economía Kaoru Yosano.
La deuda pública de Japón ya duplica el tamaño de su economía, por lo que debe moverse con cuidado en materia de política fiscal.
El Gobierno presentará un proyecto para poder financiar un nuevo presupuesto extra sin emitir deuda, explicó el ministro de Finanzas Yoshihiko Noda.
El ministro evitó precisar el tamaño de este presupuesto, que el Gobierno planea presentar en julio para dar alivio a los propietarios con dificultades para pagar sus hipotecas despuíés de que un devastador tsunami arrasó la costa noreste del país.
La iniciativa permitirá al Gobierno gastar todos los fondos superavitarios de presupuestos anteriores, estimados en 2 billones de yenes.
El ministro de Finanzas se mostró optimista sobre la aprobación del plan, pero el panorama es más incierto para las propuestas de alzas de impuestos.