La agencia de calificación crediticia Fitch ha revisado a la baja la perspectiva de Telefónica y de su filial europea O2 a "negativa" desde "estable" debido al efecto que en sus cuentas puede tener una economía domíéstica "díébil" y la posible desaceleración de los mercado europeos.
En este sentido, Fitch señaló que el cambio de perspectiva refleja un "cierto" grado de precaución respecto a la capacidad de la compañía para reducir su apalancamiento a corto plazo, aunque consideró que este riesgo no se mantendrá a medio plazo.
Así, Fitch indicó, por una parte, que la multinacional española está respaldada por su escala, su diversificación, la fortaleza de su flujo de caja y una gestión financiera disciplinada. Por el contrario, entre los factores negativos a los que tiene que hacer frente la compañía mencionó la debilidad de la economía nacional, una política de distribución que, en el corto plazo, favorece el reparto de dividendos y que deja poco espacio para la reducción de la deuda total, así como la presión que tendrá en el flujo de caja la adquisición de espectro.
La agencia de calificación manifestó por tanto que el cambio en la perspectiva de la calificación responde a la combinación de estos motivos, así como a la totalidad del precio pagado por Vivo y a la incertidumbre sobre la presión actual que viven las empresas con peso domíéstico, aunque recordó que el grupo goza de "fuertes factores cualitativos".
Píérdidas en el segmento fijo
En este sentido, Fitch resaltó que la escala de la firma presidida por Cíésar Alierta y la composición de sus ingresos le permiten resistir en mejores condiciones que la mayoría de sus homólogas, así como ofrecer "sólidos" resultados financieros.
En el ámbito local, la empresa sigue manteniendo una cuota de mercado significativa, aunque es "preocupante" el ritmo continuo de píérdidas en el segmento fijo, añadió Fitch.
Asimismo, en telefonía móvil, la compañía está sufriendo debido a la debilidad de la demanda de consumo en un mercado que sigue siendo competitivo. Estos factores podrían afectar a la firma durante un largo período de tiempo, lo que repercutiría negativamente en su generación de caja haciendo más difícil de lo previsto el desapalancamiento del grupo, añadió la agencia.
Respecto a las operaciones internacionales, Fitch destacó la importancia de Brasil que representa actualmente el 50% de los ingresos en Latinoamíérica de la compañía aunque precisó que estos mercados están madurando "rápidamente" y que el crecimiento del pasado puede no repetirse en los próximos años.