Más de 700 trabajadores de la fabricante de relojes japonesa Citizen se han declarado en huelga en una factoría de la provincia china de Cantón informó hoy la prensa oficial.
La huelga, que se ha prolongado durante ocho días pero de la que no se había informado hasta ahora, afecta a la factoría Xinmin Guanli Precision Timepiece, propiedad de la multinacional japonesa, en la ciudad de Dingguan, uno de los centros mundiales de la fabricación de productos para la exportación.
Los trabajadores en huelga (más de la tercera parte de una plantilla de 2.000 empleados) comenzaron su protesta el 8 de junio, al parecer despuíés de que la compañía pidiera a sus empleados trabajar en fines de semana para recuperar dos días de trabajo perdido tras la rotura de sistemas de aire acondicionado.
Los trabajadores pidieron que se les pagara el doble de lo remunerado en una jornada normal y, tras la negativa de la empresa, reaccionaron con la actual huelga.
Según un trabajador de la factoría citado por la agencia oficial Xinhua, el conflicto sólo es la punta del iceberg de un malestar entre trabajadores y propietarios que se remonta a meses atrás, y que incluye desacuerdos sobre el actual sueldo, de unos 2.500 yuanes mensuales (el equivalente a 380 dólares o 260 euros).
El pasado año, una ola de huelgas sacudió numerosas factorías en China, y en aquella ocasión tambiíén resultaron especialmente afectadas las compañías japonesas, en ese caso del sector automotriz (Toyota y Honda), un problema que en muchos casos se solucionó con fuertes subidas salariales de hasta el 60 por ciento.
En la provincia cantonesa ya se han vivido en las últimas semanas escenas de descontento social, caso de los disturbios violentos de Xintang, donde se produjeron graves enfrentamientos entre las autoridades y los inmigrantes de la provincia de Sichuan (en el interior del país y fuente de emigrantes a Cantón y otras provincias más desarrolladas).