Por... DEREK GATOPOULOS
ATENAS -- El nuevo ministro de Hacienda pidió a los bancos de Grecia participar en la solución de la crisis causada por la abultada deuda soberana, a pocos días de que el Parlamento vote un plan que podría evitar la bancarrota de la nación helíénica.
Evangelos Venizelos, que dialogó el jueves con los acreedores internacionales del país sobre las medidas de austeridad que el Parlamento debe aprobar la próxima semana, anunció además una nueva ronda de aumentos fiscales.
El ministro dijo que el gobierno busca una solución parecida a la llamada "iniciativa de Viena", según la cual los inversionistas renuevan voluntariamente los bonos de deuda que posean cuando íéstos expiran.
"El proceso de Viena es totalmente voluntario", dijo Venizelos. "¿Estamos alentando a los bancos griegos a que participen? La respuesta es sí".
Un enfoque al estilo de la iniciativa de Viena fue usado con íéxito en el 2009 para ayudar a los países de Europa del Este durante la crisis financiera global. El problema consiste en que las agencias de calificación de riesgos podrían considerar una renegociación de ese tipo como una moratoria de pagos.
Si Grecia suspende sus pagos ello podría perjudicar a los bancos europeos y griegos, hacer peligrar las finanzas de otros países de la eurozona, como Portugal, Irlanda y España, y causar convulsiones en los mercados mundiales.
Venizelos tambiíén esbozó el aumento de los impuestos en el programa de austeridad, incluyendo un pequeño incremento fiscal al combustible de calefacción y una reducción de la exención a los salarios de 12.000 euros anuales a 8.000, agregó.
"Intentamos hacer lo mejor para el país y la gente", dijo Venizelos.
Los acreedores de Grecia, especialmente sus socios de las 17 naciones de la eurozona, exigen que los legisladores griegos respalden reducciones del gasto público y aumento de los impuestos por otros 28.000 millones de euros adicionales en el proyecto de austeridad, así como una ley adicional de implementación para fines de junio.
Solamente entonces aprobarán la entrega de fondos de la próxima partida del críédito de contingencia de 110.000 millones de euros otorgado en mayo del 2010, el cual asciende a 12.000 millones de dólares. Sin ese dinero el país se declarará en bancarrota a mediados de julio.
Ambos proyectos de ley serán sometidos a votación la próxima semana, el segundo de los dos el jueves por la tarde, dijo Venizelos.