En lo que constituye un doble choque para estabilizar la economía mundial, los países del G20 acordaron ayer un ambicioso plan de acción contra la volatilidad de los precios de los productos agrícolas, en tanto que EE.UU. y 27 países más decidieron liberar 60 millones de barriles de petróleo de sus reservas en los próximos 30 días, a fin de impedir que suban los precios de la gasolina,
El ministro de Agricultura de Francia, Bruno Le Maire, presentó el acuerdo del G20, calificado de histórico y que va acompañado de un programa de seguimiento para garantizar su cumplimiento.
No se precisó la cifra necesaria de aumento de la producción, pero el documento recuerda que para alimentar a una población que se espera que para 2050 supere los 9.000 millones de personas, se calcula que la producción agrícola debería elevarse un 70 por ciento en el mismo periodo, porcentaje que en el caso de los países en desarrollo llega al 100 por cien.Para Le Maire, se trata de un plan que lanza un mensaje de optimismo y sienta las bases de "una nueva agricultura", solidaria, sostenible y con los mercados regulados.
Base de datos
Uno de los aspectos clave del nuevo acuerdo es la decisión de crear una base de datos internacional sobre la producción, el consumo y la reserva de materias primas (el Sistema de Información del Mercado Agrícola), que ayudará a impedir las especulaciones en los alimentos al aportar a todos los países de forma instantánea la situación de las existencias mundiales de ciertos productos y su consumo.
Con esta información, en caso de que llegue a ser utilizada con todo su potencial, se espera que se mitigue dicha volatilidad y que se reduzca la emisión de señales que distorsionan la situación real del mercado al promover una mayor entendimiento de la producción y de la información sobre los precios.
Las naciones del G20 destacaron tambiíén que la apertura y el buen funcionamiento de los mercados es fundamental para permitir mayores inversiones en el sector y mostraron su oposición al establecimiento de barreras a la exportación.En concreto, hicieron hincapiíé en que las barreras que restringen la exportación de ayuda humanitaria afecta "a los más necesitados" y acordaron la eliminación de ese tipo de prohibiciones para los alimentos dirigidos con fines humanitarios.Para reducir los efectos de la volatilidad de los precios en la población más vulnerable, se instó a bancos de desarrollo y agencias a establecer un mecanismo de gestión de riesgos para coordinarse en situaciones de crisis y promover el intercambio de información en el menor tiempo posible.
Y en cuanto a la regulación financiera, uno de los puntos más conflictivos del borrador con el que se trabajaba, se reconoció que la transparencia y la regulación adecuada de los mercados financieros agrícolas es clave para el buen funcionamiento de los mercados físicos.Por ello, se instó a los ministros de Finanzas del G20 y a los gobernadores de los bancos centrales a tomar las decisiones adecuadas para la supervisión y regulación de los mismos, y los países se comprometieron a controlar e informar regularmente sobre los progresos logrados en este y los demás puntos del plan.Para el secretario estadounidense de Agricultura, Tom Vilsack, se trata de un programa "histórico" alcanzado por consenso que, aunque sólo sea tan bueno como las acciones que se emprendan para afrontar los desafíos de la seguridad alimentaria, refleja una cooperación que supone un "logro significativo" para los cerca de 1,000 millones de personas que luchan cada día contra el hambre.
En un indicio de la gravedad de la crisis, es la primera vez que la agricultura y seguridad de los alimentos forman parte de una cumbre del G20.
"Todos comprendemos la necesidad de establecer nuevas normas y regulaciones a los productos en el mercado de la agricultura", dijo Le Maire. El presidente del Banco Mundial Robert Zoellick acompañó al ministro francíés durante la conferencia de prensa para respaldar las nuevas medidas. "No podremos impedir que oscilen los precios de los alimentos, pero podemos corregir las oscilaciones y podemos proteger a los pobres, ya sean pequeños agricultores o consumidores".
"Lo que vimos en el año 2008, cuando comenzaron a subir los precios de los alimentos, fue la falta de información sobre las existencias y su disponibilidad, lo que puede crear pánico en los mercados, y es el pánico el que fomenta el aumento de los precios", agregó Zoellick.
"La incertidumbre fomenta la volatilidad", subrayó.
El encarecimiento de la energía contribuyó al aumento en el precio de los alimentos en 2008, que ocasionó penurias a nivel mundial y desórdenes en varios países en desarrollo.
De ahí la oportunidad del anuncio hecho ayer en Washington por el gobierno del Barack Obama, que decidió liberar 30 millones de barriles de crudo de la reserva de emergencia como parte de la respuesta internacional para contrarrestar la píérdida de suministros por la crisis en Africa y Medio Oriente.
La Reserva Estratíégica Petrolera de Estados Unidos aportará la mitad de una infusión internacional de 60 millones de barriles de crudo al mercado mundial para el mes próximo.
"Estamos tomando esta medida en reacción a la píérdida de petróleo crudo debida a las alteraciones del suministro en Libia y otros países, y su impacto sobre la recuperación económica mundial", dijo ayer el secretario de Energía Steven Chu. El gobierno dijo que el alzamiento popular en Libia derivó en la píérdida de un millón y medio de barriles de petróleo diarios. La medida dispuesta por Obama se produce en momentos en que Estados Unidos se aproxima a un período de elevado uso de energía en julio y agosto.
Los elevados precios del petróleo y el consiguiente aumento en el costo de la gasolina han contribuido a una depresión económica y han aumentado las presiones políticas sobre Obama. Al gobierno no le gusta echar mano a la reserva petrolera, cosa que hace sólo en casos extremos, como huracanes, que afectan los suministros de crudo.
Las reservas -727 millones de barriles almacenados en cavernas salinas a lo largo de las costas de Texas y Luisiana- fueron creadas en reacción al embargo petrolero árabe de la díécada de 1970 y se usaron por última vez en el 2008 despuíés del paso de los huracanes Ike y Gustav. Los precios del petróleo cayeron el jueves despuíés que el titular de la Reserva Federal, Ben Bernanke, advirtió que la economía estadounidense se recupera más lentamente de lo esperado, y despuíés que la Agencia Internacional de Energía anunció la liberación al mercado de 60 millones de barriles de petróleo. Los precios de la gasolina al por menor en Estados Unidos bajaron por vigíésimo día consecutivo a 3.61 dólares el galón.