La vieja Rumasa cerró 2009 con números negros. Ganó 2,7 millones de euros, casi un millón menos de lo que ingresó en 2008 (3,6 millones de euros). Una cifra sorprendente a la vista de que la generó la Rumasa controlada por el Estado. La intervenida en 1983, y que hoy es propiedad de la Dirección General de Patrimonio, está presidida por Fíélix Díez Burgos.
La Rumasa pública, la sociedad intervenida por el Gobierno socialista de Felipe González y su ministro de Economía Miguel Boyer el 23 de febrero de 1983, depositó la semana pasada su balance y cuenta de resultados correspondientes al ejercicio 2009. El correspondiente a 2010 se depositará previsiblemente el año que viene.
La Rumasa estatal declaró en 2009 un beneficio neto de 2,76 millones, frente a los 3,6 millones que ganó en 2008. La junta de accionistas de la compañía decidió que todo el beneficio se trasladará a nutrir las reservas. La mayor parte del dinero que engrosa el beneficio son resultados financieros producto de una nada desdeñable inversión toda ella en deuda pública, en donde hay depositados un total de 150 millones.
En todo caso, la sociedad pública tambiíén arrojó en 2009 resultados de explotación positivos, que ascendieron a 957.000 euros. Todo lo contrario de lo que le sucedió en 2008, año en el que el beneficio de explotación fue negativo en 976.000 millones.
Sin embargo, en el epígrafe de resultados de años anteriores es donde se puede comprobar el tremendo calado de la crisis que originó en su día la expropiación. Esta línea acumula unas píérdidas de 2.041, 6 millones de euros, "como consecuencia del coste del saneamiento, reprivatización y absorción de las sociedades expropiadas".
Condonación de deudas
Las píérdidas están compensadas con unos fondos propios de 153 millones de euros y unas reservas de 2.089 millones, derivadas estas del "resultado neto de la operación de condonación y compensación de deudas recíprocas entre el Estado español y la compañía en 2001.
Hoy, contando con los 11 miembros del consejo, en la compañía trabajan 20 personas. El consejo se repartió el año pasado, en concepto de dietas por asistencia, 109.755 euros, que todos sus miembros ingresaron en el Tesoro público.
Su actividad a día de hoy, como cabecera de un grupo totalmente reprivatizado, consiste, según consta en el informe de gestión, "en la realización de cobros y pagos derivados de la reprivatización y en la dirección jurídica de los pleitos en los que se halla inmersa, tanto en España como en el exterior. Entre ellos se encuentran "los pleitos de justiprecio y los nuevos de retasación planteados por los antiguos accionistas mayoritarios del grupo", la familia Ruiz Mateos.
La abeja y la colmena tienen un valor de 0,01 euros
Dentro del apartado de valoración del activo intangible de la compañía, el balance de Rumasa SA se detiene a identificar el famoso logotipo del grupo, el de la abeja dentro del hexágono. Logotipo que hoy continúa utilizando Nueva Rumasa en todas sus comunicaciones y que, a la vista de la memoria de la vieja Rumasa, no parece ser de su propiedad. Asegura que en el momento de la expropiación, "al carecer de valor de uso o de realización para la sociedad, se las redujo al valor simbólico de 0,01 euros. Explica la empresa pública que ha tomado la decisión de "mantener la inscripción en el Registro de la Propiedad Industrial solo de aquellas marcas de las que se realiza algún uso directo o indirecto". Y precisa que todos los gastos de defensa de este activo son imputados a los ejercicios correspondientes.