El dueño de Mango liquida tres sociedades que tenía con BBVA por valor de 150 millones, mientras que el inversor hindú retira 35 millones.
Las grandes fortunas han retirado su apoyo a las sicav (sociedades de inversión de capital variable). Tras la huida de Amancio Ortega de estas instituciones de inversión, en diciembre de 2010, Isak Andic, dueño de Mango, y el inversor indio Ram Bhavnani han retirado gran parte de su dinero de las sicav.
Andic es el que parece haber tomado la dirección de salida de las sicav con más velocidad. El empresario catalán anunció ayer el cierre de las tres sicav que tenía con BBVA Patrimonios (Foursome, Investments Asave y Kauseri), con unos activos bajo gestión valorados en 147,2 millones de euros. Andic ha convertido estas sicav en sociedades anónimas, por lo que a partir de ahora podrá disponer de este dinero para otro tipo de proyectos.
El dueño de Mango, que además de dirigir esta empresa es uno de los principales accionistas de Banco Sabadell, ya había cerrado otras dos sicav durante los últimos meses: Investments Aknam, gestionada por Invercaixa, con 147,1 millones de euros; y Topkapi Inversiones, que administraba Arcalia, de Bankia, con un patrimonio de 97,3 millones de euros. En total, el patrimonio de Andic en sicav se ha reducido en 392 millones en los tres últimos meses, pasando de 582 a 190 millones de euros.
Interíés en Cívica
Bhavnani, por su parte, ha reembolsado 35 millones de euros de su sociedad Cartera de Inversiones Canarias, que gestiona Banco Madrid. Este importe supone un 16% del dinero del inversor indio en sicav. Al igual que Andic, Bhavnani tambiíén ha optado por cerrar sociedades de inversión en los últimos meses. Por ello, fusionó su sicav Valle Pallín con Cartera de Inversiones Canarias.
El inversor indio se ha postulado en los últimos meses como un posible inversor de Banca Cívica. Cifró su interíés en 100 millones de euros siempre y cuando salga a bolsa con un precio de entre 0,5 y 0,6 veces su valor en libros. Ayer, el folleto de la OPS de Cívica indicaba una banda de precios de 0,4 a 0,52 veces valor en libros (ver página 17).
Junto a estas grandes fortunas, la familia Polanco es otra de las que ha tomado la decisión de retirarse poco a poco de las sicav. Los máximos accionistas de Prisa han fusionado la mayoría de sus sociedades de inversión y recupera paulatinamente el resto del dinero que queda en ellas.
Los expertos explican que la retirada de capital de las sicav se puede deber a varios motivos: necesidades de liquidez; interíés por vehículos de inversión menos transparentes, como los luxemburgueses; la caída de los mercados; la incertidumbre fiscal; o la decisión de invertir en otros proyectos.
En el caso de Amancio Ortega, su salida de las sicav (en las que llegó a tener 1.150 millones) se debió a su interíés por los proyectos inmobiliarios, en los que ha invertido aprovechando la crisis.
Con destino a Suiza y Luxemburgo
Muchos clientes de banca privada españoles han optado el último año por llevar parte de su capital a Suiza o Luxemburgo. Lo hacen principalmente para reducir el riesgo de que la situación de la economía española empeore, asesorados por entidades extranjeras. Muchos de estos trasvases se han producido sin fraude fiscal, informando en todo momento a la Agencia Tributaria, aunque tambiíén hay casos como los de la filial suiza de HSBC. En Luxemburgo, las grandes fortunas buscan la flexibilidad de sus productos de inversión y la opacidad de sus carteras. En Suiza, la seguridad del país y su moneda, el secreto bancario y la experiencia de sus banqueros.