Rusia levantó hoy la prohibición de exportar cereales, aunque no espera exportar mucho grano en los próximos meses.
“Seguramente, exportaremos en julio 1.5 millones de toneladas, no másâ€, señaló el director general de la exportadora ProZernó SL, Vladímir Petrichenko, quiíén añadió que lo deseable para el sector sería empezar con suministros mensuales de dos millones de toneladas dadas las grandes reservas de grano que hay en Rusia.
El vicepresidente de la Unión de Cereales de Rusia (RES, en sus siglas en ruso), Alexandr Kórbut, calculó que las exportaciones no superarán 1.7 millones de toneladas en julio, y se acercarán a dos millones de toneladas en agosto.
La capacidad potencial de exportación de Rusia “rondará las 18-20 millones de toneladasâ€, ya que el consumo interior será de al menos 70 millones, pronosticó Petrichenko.
Kórbut dijo que las exportaciones serán frenadas por la bajada de los precios en los mercados mundiales, y por “las medidas discriminatorias que han adoptado algunos países contra el trigo ruso".
El vicepresidente del RES consideró que “las ofertas de nuestro grano a las estructuras comerciales irán acompañadas por la exigencia de descuentosâ€, aunque añadió que íéstos no superarán los 30 dólares por tonelada.
Por si fuera poco, Kórbut indicó que los precios de compra del cereal a los agricultores tenderán a bajar, ya que esta temporada han crecido los costes de transporte.
“La política restrictiva del Estado, que ha prometido aranceles" para la exportación de los cereales, obstaculizará la venta al exterior, según Petrichenko.
Los expertos creen que las capacidades tecnológicas de Rusia para la exportación son suficientes, y la actual coyuntura perjudicial para los cereales rusos puede cambiar.
“Las perspectivas de los cereales rusos esta temporada están relacionadas con el balance mundial del trigo y el maíz, que indica la reducción de las reservas itinerantesâ€, explicó Petrichenko.
Rusia prohibió la exportación de los cereales el 15 de agosto de 2010, verano en el que sufrió una ola de calor sin precedentes que causó numerosos incendios forestales y una grave sequía, que arrasó más de diez millones de hectáreas de cultivos, acabando con la cuarta parte de los cultivos de cereales de este país.
Esta temporada agrícola (julio 2011-junio 2012), los expertos rusos calculan unas exportaciones entre 15 y 20 millones de toneladas, mientras que el Ministerio de Agricultura de Rusia pronostica que no superarán 15 millones de toneladas.
El Consejo Internacional de Cereales hace un cálculo a la baja, con un pronóstico de 11.5 millones de toneladas.