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Autor Tema: Cuando se comí­a a la una...  (Leído 400 veces)

OCIN

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Cuando se comí­a a la una...
« en: Julio 04, 2011, 12:13:30 pm »
Cuando se comí­a a la una...

La adopción del horario centroeuropeo, en 1942, fue clave en el actual desorden horario
 
            Un vecino de Skopje y otro de Santiago de Compostela han sincronizado los despertadores para levantarse hoy a la misma hora. Como el huso horario de Macedonia y España es el mismo, ambos se despiertan simultáneamente, pero lo que se encuentran es muy diferente: en Skopje ha amanecido hace dos horas, mientras que en Santiago, situado en una latitud similar, aún faltan 10 minutos para que el Sol asome. El ejemplo es estridente porque ambas ciudades se encuentran en los dos extremos del huso centroeuropeo (GMT+1 en invierno y GMT+2 en verano), pero ilustra a la perfección los criterios a veces caprichosos que rigen las horas. ¿Por quíé dos ciudades separadas por 2.500 kilómetros tienen el mismo huso?

            En opinión del economista y empresario Ignacio Buqueras, presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, uno de los factores que han contribuido al desbarajuste actual es justamente que España vive desde hace siete díécadas en un huso equivocado. Deberí­a tener la misma hora que Londres, que es la que le corresponde por longitud este-oeste, pero tiene la de Berlí­n. En esencia, nos acostamos tarde porque anochece demasiado tarde. Todo se retrasa. «Si España volviera al huso británico, volverí­amos a comer a la una y a cenar a las ocho. Ganarí­amos tiempo para la vida privada», proclama Buqueras. Además, se ahorrarí­a energí­a porque se aprovecharí­a más la luz.

Herencia alemana

            Buqueras dice volver porque el huso no ha sido siempre el mismo, sino que el actual solo rige desde 1942. Según las hemerotecas, es un capricho de Franco –partidario de sincronizar los relojes con Alemania– que se ha perpetuado «por rutina, por inercia», afirma. Fuentes del IDAE, el instituto público que promueve el ahorro energíético, no pudieron precisar el motivo y se limitaron a comentar que España cumple la normativa europea de cambios horarios.

            A principios del 2010, la Comisión presentó una propuesta al Gobierno para corregir el error. «Esperábamos receptividad por parte de un Ejecutivo preocupado por la memoria histórica, pero nuestros esfuerzos fueron infructuosos. El Gobierno no alegó ningún argumento, simplemente desatendió nuestra reclamación», dice Buqueras.

            Para desgracia de la conciliación familiar, de la productividad y de la salud, el verdadero problema de España es que el retraso general de los horarios no ha llegado al desayuno. Los españoles no empiezan la jornada laboral mucho más tarde que los restantes europeos, sino que el desfase se va gestando con el paso de las horas, con el ejemplo vistoso del aperitivo y las comidas maratonianas.

            Los peculiares horarios no siempre han sido así­: «Hasta los años 30 del siglo XX se almorzaba al mediodí­a y se cenaba entre las siete y las ocho», insiste el economista. De hecho, la siesta se llama así­ porque era la hora sexta o meridies, es decir, a partir del mediodí­a. El cambio de 1942 fue determinante, pero obviamente no lo explica todo. Un factor es el clima, que invita a permanecer más tiempo fuera de casa, aunque conviene recordar que ni Italia ni Portugal imitan las pautas españolas. Tambiíén podrí­a hablarse, prosigue Buqueras, de un resultado del pluriempleo, que obliga a perpetuar las jornadas laborales; del peso del turismo, con horarios poco estrictos; e incluso de una herencia del arquetí­pico señorito español, cuyas disolutas costumbres «fueron imitadas por las familias más modestas».

            Las costumbres no son inamovibles. «Si cambiamos para mal, ¿por quíé no podemos hacerlo ahora para mejor?», concluye Buqueras.

ANTONIO MADRIDEJOS


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 Pero nunca te saltes tus reglas. Nunca pierdas la disciplina. Nunca dejes ni tus operaciones, ni tu destino, ni las decisiones importantes de tu vida al azar, a la mera casualidad...

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  • Visitante
Re: Cuando se comí­a a la una...
« Respuesta #1 en: Julio 04, 2011, 01:01:58 pm »
Dejadme como estoy.

Sharif

  • Visitante
Re: Cuando se comí­a a la una...
« Respuesta #2 en: Julio 04, 2011, 01:36:58 pm »
Interesante.

No tiene que ver del todo con el tema del artí­culo, pero a mi siempre me pareció una gilipollez lo de andar cambiando la hora verano/invierno.