Sus críticos dicen que no llega lo suficientemente lejos, que ha sido suavizada, que apenas podría ser aplicada y que sus plazos no han sido especificados, tal vez deliberadamente.
Pero la Ley de Sobornos de Gran Bretaña - que abarca operaciones en el extranjero de firmas que hacen negocios en Reino Unido - fue promulgada el 1 de julio y algunas compañías afirman que añade nuevos costos y podría ponerlas en desventaja frente a competidores extranjeros menos regulados.
El Gobierno dice que la ley pondrá a Gran Bretaña a la par de otros países ricos, terminará con las sugerencias de que el país ignora estos problemas y ayudará a detener la corrupción, que según activistas impide el desarrollo de naciones pobres.
Aunque las grandes firmas internacionales sostienen que hará poca diferencia para ellos - íéstas ya deben cumplir con estrictas regulaciones estadounidenses- las pequeñas compañías se mostraron menos optimistas.
La legislación, inicialmente esbozada por el anterior Gobierno laborista de Gran Bretaña antes de dejar el poder en mayo de 2010, debía entrar en vigencia a comienzos de este año, pero fue retrasada debido en parte a la presión corporativa.
El proyecto en sí mismo quedó intacto pero la crucial "orientación" adosada a íél fue sutilmente alterada. Activistas sostienen que la orientación añadió lagunas jurídicas y dio el mensaje equivocado, pero expertos legales aseguran que de todos modos trae aparejada una serie de nuevos riesgos.
"La Ley de Sobornos constituye el comienzo de una nueva era de monitoreo", dice Robert Amaee, ex director anticorrupción de la Oficina de Fraudes Graves de Gran Bretaña (SFO, por sus siglas en inglíés) que ahora está trabajando para la firma de abogados Covington and Burling.
"Cualquier compañía que realice negocios en Reino Unido ahora puede ser responsable de las acciones corruptas de empleados deshonestos o terceras partes vinculadas, incluso aunque la gerencia no supiera de los sobornos", dijo Amaee.
Algunas empresas dicen que la ley no toma en cuenta las complejidades de operar en economías emergentes, donde la corrupción es habitual hace mucho tiempo.
Dado que gran parte de FTSE, AIM y otras bolsas de valores de Reino Unido están compuestas por firmas mineras, de energía e infraestructura, podría haber mucho en juego.
El cambio de último momento en la orientación exime en teoría a firmas que cotizan en Londres pero que operan casi por completo en el extranjero. No obstante, los abogados no están de acuerdo respecto de quiíén exactamente queda cubierto.
"Es una ley muy difícil y hemos tenido que tomarla de forma muy seria", afirmó Peter Hambro, presidente de minera rusa Petropavlovsk, con sede en Gran Bretaña.
"Es muy difícil implementar este tipo de cosas en un país donde por cientos de años la forma en que se remuneró la gerencia fue extrayendo un porcentaje de los impuestos recolectados. Deshacer esa mentalidad no es posible", agregó.
Algunos funcionarios no están de acuerdo. La "Primavera Arabe", sostienen, recordó a los gobiernos los potenciales costos políticos de la corrupción.
Además señalan que Gran Bretaña tuvo pocas alternativas, salvo reforzar su leyes en línea con Norteamíérica y Europa.
"No voy a decir que no se va a perder ningún negocio", dijo Roderick Macaulay, director de implementación de la Ley de Sobornos del Ministerio de Justicia, durante una rueda de prensa en Londres el mes pasado luego que varias firmas dijeran que ya estaban sufriendo sus consecuencias.
"Pero más a largo plazo, implementar la Ley de Sobornos nos ayudará y en última instancia será ventajosa", dijo.
Funcionarios han prometido poner todo el peso de las embajadas británicas al servicio de las compañías para ayudarlas a poner fin a la extorsión. Dicen que podrían usarse quejas diplomáticas, rechazos de visas para funcionarios corruptos e incluso recortes a la ayuda humanitaria.
En lo inmediato, las firmas buscan mostrar que han mejorado su cumplimiento interno y sus procedimientos de monitoreo.
"Es un nivel de burocracia que podemos obviar", dijo Nick Clarke, director ejecutivo de Central Asia Metals , una firma que cotiza en el índice AIM de Londres y que tiene proyectos en Kazajistán y Mongolia.
"Pero se trata más de un ejercicio en papel (...) Lo mejor que puedo hacer es tener los papeles en regla", sostuvo.
No obstante, funcionarios han alertado sobre este enfoque. Puede que haya cierto espacio para flexibilidad a corto plazo en torno a "pagos de facilitación" y hospitalidad, afirman, pero la mayor parte del tiempo el personal sabrá cuándo está cruzando la línea.
"Como pornografía"
"Los sobornos son como la pornografía: los reconoces cuando los ves", dice Nick van Benschoten, director de la unidad anti-corrupción del Departamento de Comercio, Innovación y Tíécnica de Gran Bretaña.
"La SFO te preguntará por quíé tienes controles tan rigurosos para proteger tu propiedad intelectual (...) pero no para detener los sobornos", indicó.
La norma exige a las firmas que tengan disposiciones "adecuadas" contra los sobornos. Al igual que en otros aspectos, mucho queda abierto a la interpretación, y eso podría resultar un festín para los abogados.
"No se define la palabra 'adecuado'. El significado de 'soborno' variará de caso en caso", sostuvo Eoin O'Shea, un socio de la firma de abogados Lawrence Graham.
Para los activistas su mayor preocupación es que, dado que la SFO está sobreexigida y se fusionará con la agencia de lucha contra el crimen, la ley apenas podrá ser aplicada.
Unas pocas firmas podrían "auto-denunciarse" ante las autoridades para evitar juicios, dicen activistas, pero muchas podrían no verse afectadas.
"Esperamos que haya uno o dos juicios de alto perfil pero creo que se tratará de firmas menores porque esa es toda la capacidad de resolución que tienen", dijo Graham Hand, coordinador del Foro Anti-Corrupción británico.
"Si usted afirmara que eso es injusto, probablemente estemos de acuerdo", declaró