La CAM desafía al mercado frente a la CAN y Bancaja, que retrasan su salida a Bolsa
No hay dinero y los inversores extranjeros no están dispuestos a invertir en empresas españolas, según los expertos. Pero esa falta de liquidez, y la exigencia del Banco de España de que se sometan al mercado, obliga a las cajas a intentar incrementar sus recursos en el parquíé. La primera en dar el salto será la CAM, al aprobar estos días su consejo de administración la emisión de cuotas participativas por un valor aproximado de 500 millones de euros. El precio de los títulos, aún por fijar, podría rondar los seis euros.
En breve, la Caja de Ahorros del Mediterráneo se convertirá en la primera en cotizar en Bolsa, al aprobar estos días su consejo de administración la emisión de cuotas participativas por un valor aproximado de 500 millones de euros. Otras entidades han preferido dar un paso atrás y esperar a que las turbulencias financieras generen un escenario más propicio, caso de la Caja de Navarra.
La emisión de la CAM rondará finalmente los 350 millones de euros y la previsión es que los títulos empiecen a cotizar en julio. La mayor parte de la emisión se dirigirá a particulares y en menor medida a empleados (están excluidos los miembros del consejo de administración), mientras que una parte menor se colocará entre grandes inversores.
El banco estadounidense Lehman Brothers, que actúa como coordinador global de la emisión, ha trabajado duro en las últimas semanas para ultimar el folleto de presentación. Un documento que en estos momentos está sobre la mesa la CNMV y bajo estudio minucioso por tratarse de un hecho altamente novedoso.
El objetivo que busca la caja alicantina no es otro que dotarse de liquidez para reforzar sus recursos propios, con el fin de acometer proyectos. Por ejemplo, la expansión geográfica y la compra de participaciones en bancos extranjeros, según fuentes de la propia entidad, siempre y cuando el Banco de España lo autorice.
Sin ir más lejos, la pasada semana la CAM se desprendió del 5% que tenía en Enagás, lo que le ha reportado unas jugosas plusvalías de 144 millones de euros. Fuentes del mercado señalan supuestas necesidades de liquidez de la entidad como origen de estas operaciones.
El director general de la entidad, Roberto López Abad asegura que la CAM se mantiene expectante ante las posibles oportunidades que ofrezca el mercado y que la caja se plantea esas opciones de adquisiciones "mirando siempre al exterior" porque "tiene todo el sentido", sin descartar mercados latinoamericanos o Europa del Este. De momento, "no hay nada previsto" pero reconoce que por el momento resulta más factible comprar fuera porque “no hay señales de operaciones corporativas en Españaâ€.
La entidad ha decidido dar el paso antes de lo previsto porque la incertidumbre sobre la evolución de los mercados podría retrasarlo sin fecha. Por ello tambiíén la emisión será menor de lo pensado inicialmente (hasta 1.000 millones) y se colocará en tramos más estables. Con este paso, la caja avanzará en su estrategia internacional.
La decisión de la CAM no entusiasma a los expertos que consideran que el capital que sale a la Bolsa, mediante cuotas participativas, es muy pequeño. En el mercado se señala que no hay que olvidar que el porcentaje del capital que se negociará libremente en bolsa o free float apenas será del 7,5%, por lo que muchos gestores internacionales ni mirarán el valor por su escasa liquidez. En su opinión, otro factor que le resta atractivo es que, según la ley de cajas, un inversor institucional no puede comprar más del 5% del capital, lo que limita cualquier prima por operación corporativa.
Y, aunque desde la caja alicantina se asegura que en estos días se ha recibido una avalancha de solicitudes en sus oficinas de toda España, otros expertos advierten que no es el momento oportuno para exponerse al mercado. Circunstancia que ha llevado a la Caja de Ahorros de Navarra ha retrasar su salida a la Bolsa, anunciada a bombo y platillo el año pasado.
En septiembre, concretamente, Caja Navarra anunciaba su salto al parquíé con, aproximadamente, un 40% de su corporación industrial, valorada en 1.200 millones de euros, prevista para el primer semestre de 2008. La entidad dirigida por Enrique Goñi se convertía así en la tercera caja española que planteaba su entrada en el mercado de valores despuíés de que lo hicieran La Caixa y Bancaja. El proyecto contempla una oferta pública de suscripción y otra de venta.
Sin embargo, el mercado se ha dado la vuelta desde entonces y la operación está en el aire, esperando mejores escenarios. De hecho, muchas de las salidas a bolsa anunciadas este año se han quedado en la nevera y todavía nadie se ha atrevido a debutar en 2008. Itínere, la filial concesionaria de Sacyr, se echó atrás recientemente justo el mismo día en que debía fijar el precio definitivo de su colocación y apenas dos días antes de que sus nuevas acciones hubieran comenzado a cotizar.
Los factores que aconsejan a Caja Navarra no arriesgarse son múltiples. Entre otros, señalan fuentes del mercado, que los “holding cotizan con unos descuentos de entre el 30% y el 40%, muy por encima de la media habitual del 20% que se le aplica a este tipo de compañíasâ€. Ello significaría ofrecer un descuento muy agresivo que supondría malvender las acciones.
Además, como sucede con la CAM, las turbulencias del mercado han mermado considerablemente el valor de sus participaciones. Con unas plusvalías valoradas en 800 millones de euros, Corporación Caja Navarra se convierte en el primer instrumento para financiar el plan de expansión de CAN, que pretende abrir en prácticamente todas las capitales de provincia antes de 2010. Con este objetivo, "el de apuntalar el fuerte crecimiento", se ha planteado la salida a Bolsa de la nueva sociedad, que estará integrada por más de 70 compañías industriales y de servicios, así como sociedades financieras, venture capital, y fondos de capital riesgo.
Una cuarta parte de estas sociedades cotiza ya en los mercados bursátiles. "Se trata de una cartera no replicable en el mercado y la que los inversores particulares e instituciones podrán acceder por primera vez" explica Caja Navarra. La entidad entiende que la cotización "permitirá incrementar los recursos propios y acceder a la financiación en los mercados de capitales y atender la demanda de inversión en Corporación de clientes e inversores financieros nacionales e internacionales".
Por el contrario, la entidad considera que las empresas que integrarán la sociedad que salga a Bolsa ostentan una posición de liderazgo en cada uno de los sectores por lo que su exposición al riesgo disminuye. A este objetivo contribuye tambiíén "la alta diversificación de actividad, geográfica y de tipología de inversión".
Corporación Caja Navarra ha experimentado en los últimos años un importante crecimiento, con una revalorización media de la cartera del 30% al año entre 2005 y 2007, así como una rentabilidad media para el accionista de un 35%. Constituida en 2000, contó con Enrique Goñi, actual director general, como responsable de su puesta en marcha.
Píérdida de valor
Corporación ha arrojado asimismo unos beneficios crecientes, que han pasado de 6,8 millones de euros en 2003, a 35 en 2004; 54,3 en el año 2005 y 62,4 en 2006. Posee inversiones en sectores como el agroalimentario, en capital riesgo, en empresas de concesiones, en el sector de la construcción, en la energía (Iberdrola a travíés de Sodena), en el sector financiero, en el industrial y en el inmobiliario.
El Otra entidad que mira detenidamente la evolución del mercado y las decisiones de la CAM es Bancaja, que anunció en 2007 su salida al parquíé a travíés de la creación de su holding de participadas. Desde entonces nada se ha sabido de dichos planes. El presidente de Bancaja (Caja de Ahorros de Valencia, Castellón y Alicante), Vicente Sala, aseguró a finales de ese mismo año, que las actuales turbulencias en los mercados financieros no han alterado los planes para sacar a bolsa su cartera industrial, de la que vendió en agosto el 30%. Sin embargo, fuentes conocedoras de la operación aseguran que los responsables de la colocación recomiendan esperar a otro momento, puesto que el valor del holding ha caído de forma exponencial y, además, no hay dinero para acceder con garantías de íéxito al mercado.
El holding industrial de Bancaja, Bancaja Inversiones, incluye el 38,33% de Banco de Valencia, el 6,03% de Iberdrola, el 5,66% en NH Hoteles y el 5% en Enagás. Aquí, en Madrid, el consejo de Caja Madrid acordó el pasado mes de abril la creación de una corporación empresarial que sacará a bolsa previsiblemente a finales de este año, y que incluirá el 83% del banco que acaba de adquirir en Estados Unidos por 930 millones de dólares (618 millones de euros), el City National Bank of Florida.
La caja prevíé colocar en el parquíé el 30% de la citada corporación, valorada en 2.500 millones de euros e integrada por las participaciones de las empresas españolas y extranjeras que gestiona o en las que tiene una presencia mayoritaria.
En el holding no estarían en principio sus grandes participadas cotizadas en bolsa -Iberia, NH Hoteles, entre otras-, y sólo incorporaría el paquete del 15% que posee en la aseguradora Mapfre. Así, en la corporación se incluirían las sociedades vinculadas más estrechamente a Caja Madrid, como el banco para grandes patrimonios Altae, Inversis, la sociedad de valores Caja Madrid Bolsa, la gestora de fondos Gesmadrid o la gestora de fondos de pensiones Caja Madrid Pensiones.
La CECA, encantada
El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, ha destacado la decisión de la CAM, al tiempo que subraya que la emisión de cuotas participativas que realizará demuestra una "dosis de valentía", ya que la situación de los mercados de renta fija y variable es "difícil". A su juicio, al realizarse con "prudencia", con una cifra "asequible" y porcentajes de distribución "sensatos" puede salir "razonablemente bien" de esta iniciativa pionera en las cajas españolas.
El presidente de la confederación de cajas, Juan Ramón Quintás, viene repitiendo desde hace tiempo que en la actual situación estas entidades pueden tener "oportunidades de compra irrepetibles" en el exterior, gracias a la caída en bolsa de los bancos extranjeros, la fuerte revalorización del euro, y su propia solidez y solvencia.