El sueco Ingvar Kamprad, fundador de Ikea, está considerado como la mayor fortuna europea, con 19.000 millones de euros, según la revista Forbes. Una cantidad ingente de dinero que están a punto de igualar el ruso Oleg Deripaskae, el emperador del aluminio, y el alemán Karl Albrecht, propietario de la cadena de supermercados Aldi.
Una de las peculiaridades de la coyuntura económica actual es que la crisis no parece estar afectando a las marcas de lujo, como Louis Vuitton, que siguen vendiendo bolsos como si nada. Ni a su propietario, Bernard Arnault, el cuarto europeo más rico, según Forbes.
El contingente ruso lo completan en lo más alto Roman Abramovich, Alexíéi Mordashov y Vladímir Lisin. La mayoría de estos nuevos ricos de la extinguida Unión Soviíética viven en Moscú, por eso se incluyen en el grupo europeo. Sus nombres se intercalan junto al alemán Theo Albrecht y la francesa Liliane Bettencourt. Ortega aparece ahora en undíécima posición. Es el único español entre los 25 europeos más ricos. El ranking se basa en la lista de las mayores fortunas del planeta publicada en marzo por Forbes, que por primera vez en 13 años lidera el inversor estadounidense Warren Buffett. Hay un total de 298 europeos en ese ranking, de los que 87 son rusos y 18 españoles, entre ellos Rafael del Pino y Alicia Koplowitz.